El cierre de listas incluyó nombres de peso en la CGT y las CTA, en una jugada del gobernador para afianzar su poder territorial. Desde el cristinismo también promovieron candidatos sindicales, todo un reflejo de la puja interna.
El cierre de listas de candidatos a diputados nacionales para las elecciones de octubre en la provincia de Buenos Aires dejó una certeza: Axel Kicillof apostó a hegemonizar la relación institucional con las centrales sindicales. En esa dinámica ofreció lugares a la CGT y a las dos CTA, con las postulaciones de Hugo Antonio Moyano (h), Hugo Yasky y Oscar de Isasi.
De este modo, el gobernador volvió a dar señales concretas de su concepción política, con un perfil propio y mensajes nítidos para lo que considera la construcción de su poder territorial.
Según fuentes del oficialismo bonaerense, el pedido de Kicillof por la inclusión de Moyano hijo, uno de los abogados de la CGT se definió tras encuentros con referentes del sector dialoguista de la CGT, como Andrés Rodríguez y Héctor Daer. En un primer momento la propuesta fue para ubicar a Daer en la boleta de diputados nacionales, pero el dirigente de Sanidad ya tiene asegurada la conducción de su federación.
Las figuras de peso que dejarán la Cámara de Diputados
En paralelo, fue Hugo Moyano quien expresó que quería para su hijo la banca ofrecida a la CGT. En los hechos, la designación fue interpretada como un gesto para mantener al camionero alineado con Azopardo, después de que Pablo Moyano se alejara de su cargo de cosecretario general.
La central obrera ya había mostrado apoyo a Kicillof en la disputa con Cristina Fernández, todavía sin resolución definitiva. En ese marco, también se confirmó la candidatura de Hugo Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores, y de Oscar de Isasi, referente de la CTA Autónoma bonaerense y de ATE provincial.
Por su parte, Cristina Fernández promovió otras figuras de extracción sindical, como Vanesa Siley, Sergio Palazzo y Carlos Ortega, reafirmando su histórica relación con sectores gremiales. Sin embargo, el malestar de las centrales fue notorio por la “falta de consulta” en la selección de los candidatos, lo que revalida divisiones que ya había señalado este diario: desde su presidencia se consolidaron agrupamientos diferenciados, algunos identificados como “La Agrupación La Señora”, distantes de la actual titular del PJ, y otros como el “Círculo de Confianza Gremial” de Cristina.
Para no pocos dirigentes gremiales, la estrategia de Kicillof busca proyectarlo como un interlocutor privilegiado del sindicalismo frente al Gobierno de Milei, también diferenciándose de Cristina.
En ese marco la nómina de aspirantes para llegar al Congreso se ubica en un escenario de legislativas con una sostenida y fuerte disputa interna en el peronismo.
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