Según la OIT, en Argentina hay más de 1.3 millones de trabajadoras de casas particulares y 3 de cada 4 están en la informalidad

Según la OIT, en Argentina hay más de 1.3 millones de trabajadoras de casas particulares y 3 de cada 4 están en la informalidad

En Argentina hay más de 1 300 000 trabajadoras domésticas, de las cuales más de tres de cada cuatro trabajan en la informalidad. Están más expuestas al impacto económico y socio-sanitario de la COVID-19 debido a las condiciones en las que desempeñan su actividad.

Como parte de la campaña interinstitucional «Es trabajo, no es ayuda» , la oficina argentina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), junto con los principales sindicatos del sector, destacó la necesidad de garantizar la seguridad y la salud de las trabajadoras, quienes se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad en el actual contexto de pandemia.

En Argentina hay más de 1.300.000 trabajadoras domésticas, de las cuales más de tres de cada cuatro trabajan en la informalidad.

Según un informe de la OIT , que destaca los riesgos de seguridad y salud en el trabajo derivados de la propagación de la COVID-19, los trabajadores y trabajadoras informales son particularmente vulnerables durante una pandemia: se enfrentan a mayores riesgos de seguridad y salud en el trabajo y carecen de protección suficiente.

“Debido a la alta incidencia de la informalidad en el sector, la mayoría de las trabajadoras no acceden al sistema de protección social”, dijo Elva López Mourelo, especialista de la OIT a cargo del área de mercados de trabajo inclusivos.

“En ese sentido, las trabajadoras informales no tienen seguro e indemnización por desempleo, cobertura por riesgos en el trabajo, licencias por enfermedad u obra social que les permitan estar cubiertas ante todas estas contingencias”, explicó la especialista.

“De allí la importancia de recordar que el servicio doméstico no es una ayuda, sino un trabajo, que a las trabajadoras domésticas les corresponden los mismos derechos laborales que a las y los demás trabajadores y que tanto ellas como los empleadores tienen derechos y deberes que deben cumplirse”, agregó López Mourelo.

La problemática de los riesgos y la seguridad de las personas en el ámbito laboral está más presente que nunca desde la aparición del coronavirus.

Uno de los objetivos de la campaña interinstitucional es brindar respuesta a las principales consultas acerca de los derechos y obligaciones de trabajadoras y empleadores, recibidas y sistematizadas durante los meses de aislamiento social y preventivo, por los sindicatos de trabajadoras domésticas y de amas de casa.

Al respecto, en la página web www.estrabajonoesayuda.org , pueden encontrarse contenidos informativos sobre grupos de riesgo, elementos de protección, ART y cobertura, así como también todo lo relativo a Remuneración y Derechos laborales, los otros dos grandes temas que fueron motivo de consulta.

“La campaña Es trabajo, no es ayuda, tiene como objetivo principal el diálogo social entre trabajadoras y empleadores, así como también visibilizar el trabajo en la registración, que el empleador sepa que tiene la obligación de registrar y que la trabajadora sepa que tiene derechos que le garantizan el acceso a todos los beneficios que brinda la ley”, afirmó Carmen Britez, Secretaria de Organización y Actas de la Unión Personal del Personal Auxiliar de Casas Particulares (UPACP).

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