Durante la madrugada del 25 de mayo, el local del Frente de Todos en la localidad de Bahía Blanca sufrió un ataque con material explosivo que provocó importantes daños en las instalaciones y en comercios y edificios linderos.

El Sindicato de Trabajadores de Industrias de Alimentación filial Buenos Aires, repudió por medio de un comunicado el atentado con explosivos que sufrió la Unidad Básica del Frente de Todos en la ciudad de Bahía Blanca.

El gremio que conduce Rodolfo Daer transmitió su preocupación por el atentado que representa un ataque a la institucionalidad y por la irresponsabilidad de los dirigentes políticos que abonan el clima de violencia en los medios.

Correlato de la violencia mediática

El STIA Buenos Aires coincidió con quienes consideran que el atentado es una expresión del odio que instalan por medio de apariciones en los medios  algunos dirigentes políticos que no están a la altura que demanda la convivencia democrática.

«El Consejo Directivo del Sindicato de Trabajadores de Alimentación filial Buenos Aires (STIA) repudia el atentado contra el local partidario del Frente de Todos en la ciudad de Bahía Blanca. Consideramos el ataque como una afrenta flagrante contra el orden democrático y un síntoma preocupante de la intolerancia política que atraviesa nuestra sociedad».

Desde el STIA también reclamaron que actúe la Justicia y que se investigue el hecho hasta las últimas consecuencias.

«El hecho debe ser investigado por las autoridades pertinentes hasta las últimas consecuencias, y la Justicia tiene la obligación de actuar de acuerdo a la Ley a fin de dar una señal inequívoca de defensa del orden democrático y el cuidado de las instituciones que la sostienen».

Frenar el odio y la intolerancia

El accionar de los violentos también tiene que ser un llamado de atención para los dirigentes políticos que instalan los discursos de odio e incitan a este tipo de conductas, contrarias a toda convivencia democrática, según el STIA.

El comunicado de Alimentación cierra haciendo un llamado a la responsabilidad a quienes buscan protagonismo político por medio de injurias y ataques a la investiduras.

«El atentado contra la Unidad Básica del Frente de Todos de Bahía Blanca es un correlato del accionar irresponsable de dirigentes que recorren los medios insultando a autoridades electas y realizando denuncias infundadas del más grave tenor a fin de sacar rédito político».

Injurias e insultos

El atentado perpetrado en Bahía Blanca es un correlato de los discursos de odio y las mentiras que propagan dirigentes como Patricia Bullrich y Espert, según la lectura de distintos referentes políticos.

Cabe recordar que Patricia Bullrich difundió en los medios, días atrás, que el Gobierno del Frente de Todos le había pedido coimas al laboratorio Pfizer.

La mentira duró poco ya que desde el propio laboratorio emitieron un comunicado para dar por tierra con la denuncia mediática.

«Pfizer no ha recibido peticiones de pagos indebidos en ningún momento. Por otro lado, lacompañía no cuenta con intermediarios, distribuidores privados o representantes para la provisión de la vacuna COVID-19», aseguró la empresa, a través de un comunicado.

Por su parte, el abogado de Alberto Fernández confirmó que se realizará una denuncia civil contra la titular del PRO, Patricia Bullrich, por «difamación y delitos contra el honor», y remarcó este martes que «el día lunes, cuando terminen las restricciones» se presentará en la Justicia el lunes 31 de mayo.

Lo más rancio de la derecha

Los días previos al atentado, el excandidato presidencial José Luis Espert calificó como “bolchevique” al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en el programa de Juana Viale, reducto televisivo de la derecha y los mediáticos desangelados.

El «periodista» Gabriel Levinas subió la apuesta aún más. “No, yo fui bolchevique. Este es un pelotudo, directamente. Fuimos otra cosa”, adhirió, y desató la risa de la conductora Juana Viale y del propio Espert.

La lamentable escena fue repudiada por políticos, periodistas e intelectuales que interpretaron los insultos como un ataque contra las investiduras y una falta de respeto a un gobernador electo por la mayoría de los bonaerenses.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires; Axel Kiciloff, se limitó a responder a través de Twitter: “no deja de sorprenderme el nivel de precariedad y violencia absolutamente descontrolado”.