Uno de cada cinco empleos en el sector privado se genera en las distintas cadenas agroindustriales en todo el territorio nacional.

Además, un tercio de esos empleos está vinculado a la producción de granos y cultivos forrajeros y otro tercio a las economías regionales, un segmento en el que predominan las pymes.

En concreto, son 3,7 millones de puestos de trabajo diseminados en 18 cadenas agroindustriales a nivel nacional. De allí resulta que el sector en su conjunto representa el 22% de todo el empleo privado en el país.

Los datos surgen de un informe elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).

El relevamiento da cuenta del impacto a nivel de empleo y abarca una gran diversidad de actividades, desde la producción de granos pasando por la actividad pecuaria, hasta economías regionales, la industria de bienes de capital y servicios utilizados en el proceso de producción.

Así, por ejemplo el 32% del empleo se origina en las cadenas de granos (soja, trigo, maíz y otros granos y forrajes), otro 32% está localizado o se integra en las economías regionales (frutas, verduras, hortalizas, legumbres, azúcar, cadena vitivinícola, tabaco, forestal, pesca), mientras que el 23,6% participa de las cadenas pecuarias (bovina, porcina, aviar y láctea).

Por su parte, lo servicios vinculados a la producción agroindustrial participan con 3,8% del total y el segmento de bienes capital, que engloba a toda la maquinaria agrícola, representa el 1,3%. Queda así un resto de 7,7% del empleo concentrado en otras actividades del sector.

El estudio analiza cifras correspondientes a 2018 -por la disponibilidad de los datos duros, señalan- sin embargo, ante la consulta de El Cronista David Miazzo, economista Jefe de FADA, señaló que los datos son bastante representativos del sector y normalmente no sufren demasiados cambios.

Y aun más. Con cifras de 2020 "seguramente la participación en el total podría ser un poco mayor, porque el empleo en este sector se mantuvo, el agro siguió produciendo sin mayores inconvenientes, mientras que en todo el resto de la economía cayó", apuntó Miazzo.

Consultado sobre el impacto que pueden tener las últimas medidas orientadas al sector, el analista desestimó un crecimiento del empleo por la baja temporal de las retenciones, sin embargo, estimó positivo un eventual incremento de las exportaciones.

"Si se logra el aumento de producción y de exportaciones, sin duda que puede aumentar el empleo", explicó Miazzo.

Según las últimas estimaciones del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), si se llegara a alcanzar los u$s 100.000 millones de exportaciones que se propuso como meta el agrupamiento empresarial, el empleo crecería en unos 500.000 puestos de trabajo, un incremento de un 13,5% en el empleo sectorial.

El "Top Five" de las cinco cadenas que más empleo directo e indirecto generan son la de frutas, verduras, hortalizas y legumbres, en la que trabajan 442 mil trabajadores y concentra el 11,9%, seguida de la carne vacuna con 422 mil empleos (11,4%), el complejo sojero, que aporta el 10,6% de todo el empleo en la agroindustria, cerrando el lote las cadenas del trigo (10,4%) y del maíz (6,6%).

Estas cinco cadenas generan en conjunto el 51% de todo el empleo agroindustrial, en total 1,9 millones de trabajadores.

Hay que aclarar que cuando se habla de cadenas incluye todos los eslabones y en ese sentido, el estudio en alguna medida refuta la idea de que el campo genera poco empleo en comparación a la industria manufacturera.

Por ejemplo, mientras la producción primaria es reponsable del 38% del empleo, la comercialización se lleva el 26% y la actividad agroindustrial el 21%. Además el transporte y logística explican el 8% del empleo, los servicios conexos el 4% y las cadenas de bienes de capital, maquinarias e insumos el 3%.