Desde la Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM) criticaron la iniciativa presentada por la diputada oficialista Graciela Ocaña, que busca regular los incentivos que reciben los médicos para recetar medicamentos. “Las leyes prohíben estas prácticas”, recordaron. Además, criticaron a la industria farmacéutica por no firmar paritarias hace dos años.
Diego Lanese.
Como hizo cuando fue legisladora de la Ciudad de Buenos Aires, la diputada Graciela Ocaña presentó la semana pasada un proyecto para crear una especie de registro que informe de los regalos e incentivos que reciben los médicos de la industria farmacéutica. La idea es que los profesionales informen cuando un laboratorio le entrega algún tipo de material promocional a cambio de recetar los medicamentos u otros tratamientos de esa firma. Una vez conocido del proyecto, desde el gremio de los visitadores médicos, que son por lo general los encargados de hacer estas tareas, rechazaron la propuesta, y le recordaron a la legisladora oficialista que en su momento criticaron la propuesta por considerar que “blanquea las coimas” que se puedan hacer. Desde la entidad remarcaron que las actuales leyes prohíben los regalos a los profesionales de la salud, por lo cual registrarlos sería ilegal. Además, los visitadores médicos reclamaron a las cámaras empresariales que retomen la discusión paritaria, que abandonaron hace casi dos años, desde cuando el sector no cuenta con convenio laboral vigente.
El rechazo al proyecto de Ocaña surgió de la Asociación de Agentes de Propaganda Médica (AAPM), entidad que lidera el actual secretario general de la CTA Autónoma fracción Perón, Ricardo Peidro. El gremio de los visitadores médicos considera que el proyecto de registrar regalos e incentivos permite “blanquear las coimas que se hacen a los profesionales”. Así se lo dijo a Gestión Sindical Fabián Pennini, dirigente de la entidad. “Estas prácticas están prohibidas por la ley, que establece que no se pueden dar regalos para que los médicos receten determinados medicamentos. Si se incluyen en un registro, se trasparenta algo ilegal”, agregó el dirigente. Ya en 2016, cuando se trató el tema en la legislatura porteña, la AAPM llevó su voz de rechazo. Para contraponer esta iniciativa, el sindicato presentó una serie de iniciativas para “regular la actividad de promoción de medicamentos donde se prohíben taxativamente cualquiera de las actividades antes detalladas y precisamente uno de los mayores ataques que sufre nuestro sindicato y sus afiliados por parte de la industria farmacéutica es por defender estas leyes”.
El proyecto de Ocaña pretende limitar “la influencia de los laboratorios y las estrategias de promoción que podrían derivar en tratamientos más costosos”. El texto dice que “los fabricantes, importadores y distribuidores de productos médicos que otorguen bienes, beneficios o premios a los médicos deberán informar dicha situación al Ministerio de Salud a efectos de darle la debida publicidad”. Entre todos esos beneficios, los más comunes son los pagos en efectivo, la entrega de regalos, los hospedajes y pasajes para ir a congresos, gastos de representación, comidas, entre muchos otros. En la industria farmacéutica misma saben que los regalos funcionan casi como una forma encubierta de “comisiones”. “Todo sirve para que los médicos receten un producto en lugar del otro. El poder de financiamiento de los laboratorios es tal que un médico puede hacerse de muchas cosas si se mueve bien en el consultorio. Este es un modelo que crece hace años”, confesó un trabajador del sector ante Gestión Sindical, en estricto off.
Ante esto, los visitadores médicos rechazaron el proyecto, en medio de una larga pelea contra los laboratorios, que buscan desregular su actividad. En este sentido, la AAPM acusa a la industria de “dejar a los trabajadores sin paritaria”, ya que desde 2016 no se firma un acuerdo salarial y laboral. “Abandonaron la mesa de negociación”, recordó Pennini, que culpó a los laboratorios de “buscar flexibilizar el convenio colectivo, incorporando tareas, bajando beneficios y dando de baja leyes que hoy restringen la promoción de los medicamentos”, agregó el dirigente sindical. Los productores de fármacos quieren entre otras cosas modificar las denominadas “leyes de profesionalidad” que regula la práctica de los visitadores médicos, que entre otras cosas prohíbe “promover las especialidades medicinales cuya información esté a su cargo, mediante actos reñidos con la ética, ofreciendo comisiones, prebendas, o algún tipo de incitación o recompensa”.
“Hoy la industria farmacéutica extorsiona a los visitadores médicos con la no firma de paritarias si no accedemos a desconocer y violar las leyes de propaganda médica. Es que, contrariamente a lo planteado por la Diputada de falta de regulación en relación a estas prácticas, lo que sucede es que a los intereses de la Industria molestan las regulaciones actualmente existentes”, concluyeron desde el gremio.
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