El 22, se movilizará a todas las ramas del gremio que controlan sectores estratégicos de la economía. También prometen que se activarán todas las delegaciones regionales del gremio, desde Tierra del Fuego hasta Salta.
El moyanismo prepara una gran marcha para el próximo mes y también estudia medidas para escalar la conflictividad en caso de que se deteriore la relación con el Gobierno. En el entorno del líder camionero se trabaja además en un plan de contingencia ante una eventual detención de sus líderes, que paralizaría completamente la actividad logística y llenaría la Ciudad de Buenos Aires de camiones.
“Hemos decidido hacer una movilización el próximo 22, que creemos va a ser la más importante en la historia de nuestro gremio, a la avenida 9 de Julio en defensa no de los dirigentes sino del convenio colectivo de trabajo”, explicó ayer Pablo Moyano durante el encuentro de los consejeros del PJ bonaerense en San Bernardo. La dirección de la Federación de Camioneros prepara también planes de contingencia que podrían elevar la conflictividad a niveles aún desconocidos. Por un lado, se preparan medidas de fuerza ante una eventual detención de los referentes del gremio. A su vez, también están listos para lanzar diversas acciones de impacto si durante la marcha del 22 hay incidentes de represión policial o no se logra tender un puente de diálogo con el Gobierno.
El 22, se movilizará a todas las ramas del gremio que controlan sectores estratégicos de la economía. También prometen que se activarán todas las delegaciones regionales del gremio, desde Tierra del Fuego hasta Salta. A pesar de la promesa de que esta será la más grande movilización en la historia del gremio, quedan aún muchas cartas por jugar que se activarán si continúa la escalada con el oficialismo o si se efectiviza una detención contra Pablo o Hugo Moyano.
En este escenario, la previsión es paralizar a todas las ramas logísticas que controla el gremio. Se detendría la provisión de caudales, combustibles, lácteos y bebidas. Cajeros vacíos, supermercados faltos de provisión y una ciudad invadida por camiones son parte de este plan de contingencia. Otro dato fundamental es que la decisión de activar una gran marcha el 22 de febrero, que cae jueves, tiene en vista la cercanía de la vuelta de las vacaciones.
En el pasado, el moyanismo supo activar medidas escalonadas como parte de su pelea anual por las paritarias. En algunas oportunidades se condicionó la provisión de combustibles, en otras el transporte de caudales a cajeros. En los planes actuales se estudia la posibilidad de activar una paralización total. El único antecedente similar es el accionar del gremio de peones rurales, Uatre, cuando el extinto líder gremial Gerónimo “Momo” Venegas fue detenido en 2011.
En aquella oportunidad, se levantaron piquetes en todo el país.
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