En medio de la crisis que atraviesa el Gobierno, el Consejo Directivo anunció medidas "progresivas" hasta desembocar en una huelga general. Acercamiento a legisladores para frenar la reforma laboral.
Con una reunión de cúpula que tuvo un presentismo casi perfecto, y en medio de la corrida cambiaria que expone el momento más delicado del gobierno de Cambiemos en lo que lleva de gestión, la Confederación General del Trabajo (CGT) acordó poner en marcha movilizaciones sectoriales y "empezar a trabajar en la realización de un paro general".
El vertiginoso escenario económico, signado por el aumento de tarifas y las malas noticias económicas, enfrió el clima de peleas internas de la CGT y cerró filas entre la dirigencia que busca devolver el golpe que provocó la decisión del Ejecutivo de girar el proyecto de reforma laboral al Congreso.
No obstante, los jefes sindicales siguieron adelante con la definición de renovar las autoridades y reiteraron que el 22 de agosto realizarán un Comité Confederal, posterior a un Congreso, sobre el que no se especificó fecha.
Todos los dirigentes consultados coincidieron en dos elementos que marcaron a la reunión. Por un lado, el encuentro se desarrolló en un buen clima -"hace mucho que no había una reunión de directiva tan fluida", dijo un gremialista- que sólo se interrumpió por las críticas al gobierno. Al mismo tiempo, hubo acuerdo en que, dure lo que dure la actual conducción, hay que abrirle las puertas a los sectores que hoy no participan en el Consejo Directivo. Los más mencionados a incorporar fueron el Movimiento de Acción Sindical que conduce Omar Viviani, las fracturadas 62 Organizaciones Peronistas y la Corriente Federal de los Trabajadores.
La conducción sindical difundió un documento rechazando la reforma del gobierno pero también los aumentos en los servicios públicos, como principales cuestionamientos a la política oficial que, anticiparon, van a enfrentar "con todas las medidas de acción sindical que se consideren necesarias para expresar el rechazo de los trabajadores a esta política económica que agudiza las desigualdades".
"Reclamamos enfáticamente la corrección de las políticas públicas en relación a las tarifas de todos los servicios públicos, (rechazamos) el intento de modificar la legislación laboral, que se atienda con urgencia las necesidades de largamente postergadas de los jubilados y los trabajadores sin trabajo".
Pablo Moyano no descartó un paro general contra la reforma laboral https://t.co/9DSXeBGWvN pic.twitter.com/2y7ICEF5lU
— infocamioneros (@cgt_camioneros) 3 de mayo de 2018
"Acordamos medidas progresivas que desemboquen en un paro general", señaló un miembro del Consejo Directivo y confirmó que darán un primer paso en ese sentido: en el mismo momento que se reunía la directiva de la central, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) que lidera el triunviro Juan Carlos Schmid, primereó y anunció que se movilizarán este viernes al Ente Regulador de la Energía (ENRE) para repudiar el tarifazo.
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