El vínculo entre el sindicato de los trabajadores rurales y el Gobierno Nacional atraviesa uno de sus peores momentos. En medio de fuego cruzado y denuncias por desvíos de fondos desde ambos frentes, la puja por el control de la obra social del sector tuvo una estocada determinante, cuando el interventor Marcelo Petroni suspendió el convenio que permitía al gremio tener centros de atención en sus oficinas.