Pablo Moyano alentó el resurgimiento de la MTA que lideró su padre en la década del 90.
El referente camionero Pablo Moyano renunció a su cargo de secretario gremial de la CGT por "no estar de acuerdo" con la actual conducción de la central obrera, ya que consideró que el triunvirato "no representa los intereses de los trabajadores".
"Como secretario gremial de la CGT renuncio, por no estar de acuerdo con esta conducción, porque no representa hoy los intereses de los trabajadores y lo que demandan. Tenemos un camino y líneas bien claras, iniciados hace años, y no serán abandonadas", sostuvo el secretario adjunto del Sindicato de Choferes de Camiones, quien ya amenazó el mes pasado de dar un paso al costado.
A través de un comunicado, el dirigente opositor cuestionó a los integrantes del triunvirato cegetista, Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña: "Estos dirigentes están en las antípodas de la lucha obrera, entregan a los trabajadores ante la reforma flexibilizadora de (Mauricio) Macri". "Significando precarización, despidos, suspensiones. Quita de derechos para los trabajadores y de mayores beneficios para los empresarios", afirmó.
En alusión al posible resurgimiento del Movimiento de los Trabajadores ArgentinosMTA) que lideró Hugo Moyano en la década del 90, agregó: "Queremos llevarle tranquilidad a todos los trabajadores haciéndoles saber que seguiremos defendiendo sus derechos incondicionalmente en cualquier espacio futuro, tal como lo hicimos frente a las sinrazones que sufrimos durante este tiempo".
"Ante tanta indecisión es fundamental fortalecer nuestra representación gremial en todos los sectores, sobre todo por los retos que implica ante este neoliberalismo, egoísta, materialista, antinacional, antipopular y cruel en su desmedido individualismo devastador", remarcó Pablo Moyano. Finalmente, el saliente dirigente de la CGT concluyó: "Esto se puede restituir. Y lo vamos a revertir. Al menos para el visible ciudadano de a pie, esta convicción es nuestra tarea".
La salida de Camioneros no hace más que intensificar la fuerte crisis interna que atraviesa la central obrera. Precisamente, la marcha convocada por Hugo Moyano contra el Gobierno el pasado 21 de febrero fue un conflicto que hizo tambalear a la conducción de la CGT cuando sus tres líderes mostraron posiciones contrarias sobre la adhesión a la movilización.
El líder del gremio de Sanidad, Héctor Daer, manifestó que no apoyaría la convocatoria, razón por la que fue cuestionado por su par, Carlos Acuña. Sin embargo, éste último dejó solo a Juan Carlos Schmid cuando anunció que finalmente su sindicato no participaría de la protesta. No es el único punto crítico que atravesó la CGT recientemente. El paro por la reforma previsional ya había generado una fuerte tensión dentro de la central.
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