UTHGRA aterrizó en Ginebra  con la idea de apoyar el proyecto argentino que presenta la CGT, a través de la Secretaría de Relaciones Internacionales, que lidera Gerardo Martínez, de regular el trabajo de plataformas y de instalar las profundas dificultades que existen en el país. Argentina busca la creación de un Convenio OIT e incorporar la figura de la inteligencia artificial adaptada a los nuevos tiempos y que, por supuesto, esto no interfiera en el desarrollo del sistema laboral en el mundo.

La representación del gremio que lidera a nivel nacional Luis Barrionuevo, en la figura de Laura Sasprizza y despues de muchos años, participa de manera activa en las comisiones que involucra a los y las representantes de plataformas envueltas en polémicas como Uber (llevó a su abogada), Rappi o Pedido Ya.

Las conflictividades se muestran en esta temática una vez que el lema “Se tu propio jefe” se instaló en el mundo  como vehículo para ocultar relaciones laborales estrictamente manifiestas como lo es el caso de los deliverys o mismo los remises.

En el caso de UTHGRA, Sasprizza exhibió las preocupaciones del sector, como el avance de la tecnología en reemplazo de recurso humano, como la instalación de tótems que realizan el Check-in en hoteles y centros turísticos o robots mecánicos que se desempeñan como meseros en la actividad gastronómica. La delegación sindical argentina como la de varios países del mundo que participan en la 113º conferencia mundial de la OIT, plantean que estas regulaciones deben enmarcarse dentro de un convenio internacional definido y se busca que la OIT evite la denominada “recomendación”, ya que esto le da la mano a las empresas a continuar por el camino de la clandestinidad y evitando derechos conquistas y adquiridos por los y las trabajadores.

Archivo Sonido Gremial

Un caso emblema en Argentina: Mercado Libre

Una de las relaciones laborales que logró transformar la informalidad en legalidad fue la llevada adelante por el gremio Carga y Descarga, con representación plena en la empresa de Marcos Galperín (anunció que se retira como CEO pero seguirá en la presidencia de la firma).

La organización sindical que conduce Daniel Vila logró avanzar sobre un universo inicial de apenas 40 trabajadores y construir una representación que hoy alcanza a más de 3.300 empleados.

Este proceso se consolidó con un convenio colectivo de trabajo inédito que contempla un salario inicial de $1.800.000, premios por productividad del 15%, recategorizaciones automáticas del 2% por cada categoría, y un esquema de crecimiento profesional atado a la trayectoria y el puesto.

Además, se acordaron puntos de combis en zonas estratégicas para facilitar el traslado de los trabajadores y se alcanzó un 99,5% de afiliación sindical. Las proyecciones indican que para 2026 habrá 4.000 encuadrados y para 2028, 5.000.