Dirigentes de CICOP no pudieron ingresar a una asamblea en San Miguel: “fue una agresión muy violenta”

Dirigentes de CICOP no pudieron ingresar a una asamblea en San Miguel: “fue una agresión muy violenta”

Parte de la conducción del gremio médico no pudo participar de una cumbre de trabajadores del hospital Larcade de ese distrito, por la enorme presencia de seguridad dispuesta por la Municipalidad. Denuncian precarización laboral y persecución, en el marco de un largo conflicto.

En la mañana del jueves, el frente del hospital Larcade de San Miguel parecía una “zona de guerra”. Dos filas de efectivos de la policía municipal, más móviles y varios funcionarios de seguridad, se apostaron desde temprano, y controlaban celosamente quienes ingresaban y salían del lugar. El motivo: el anuncio de los trabajadores del nosocomio de realizar una asamblea, en el marco del largo conflicto que existe en el lugar, y que enfrenta a médicos y empleados con el gobierno del intendente Jaime Méndez.

La presión aumentó a medida que llegaba gente, hasta que la dirigencia del gremio CICOP intentó participar del encuentro. Allí, los agentes impidieron de todas las formas que los referentes del gremio entraran, incluyendo su presidente, Pablo Maciel. Por esto, se vivieron momentos de extrema tensión, y la enorme cantidad de efectivos terminó disolviendo parcialmente la reunión de los trabajadores.

“Fue una situación muy violencia”, denunciaron desde el sindicato, que alertó que en el hospital se vive “un fuerte clima de persecución”, y apuntaron directamente al jefe comunal, y su jefe político, Joaquín de la Torre.

CICOP afirma que por la crisis que se vive en el lugar renunciaron muchos profesionales, por lo cual se cerraron varios servicios para la comunidad. Piden que el gobierno de la provincia de Buenos Aires se involucre para asegurar los derechos laborales y la salud de los vecinos.

La violenta jornada que se vivió en el Larcade fue denunciada por la dirigencia de CICOP, que desde hace un tiempo viene apoyando al nuevo gremio de base que se organiza recientemente y que enfrenta a la directiva de la comuna.

“Yo fui varias veces y entraba medio disfrazado de paciente, o en escaramuzas con el personal de seguridad”, contó Guillermo Pacagnini, secretario general de CICOP, uno de los dirigentes que este jueves intentó participar de la asamblea. Pero esta vez, la cuestión fue mucho más tensa.

“Decidieron directamente que no entremos, fue una agresión muy violenta, apenas pudimos llegar a la explanada del hospital, y después un verdadero ‘scrum’ de efectivos de seguridad municipal nos sacaron del lugar”, le relató Pacagnini a Gestión Sindical. En el lugar, remarcó el dirigente, estuvo desde el responsable de seguridad de la Municipalidad de San Miguel hasta el director de Recursos Humanos. “Militarizaron el lugar”, dijo Pacagnini.

Un largo conflicto en San Miguel

Lu que sucedió este jueves es parte de un largo conflicto que se vive en San Miguel, donde los trabajadores y médicos del hospital municipal Larcade, que desde comienzo de año le viene n reclamando al gobierno local mejores condiciones de trabajo y una recomposición salarial. Incluso en pandemia hubo movilizaciones, y se pidió una mesa de negociación, que el intendente Méndez no quiere realizar.

Ante esto, y por la falta de compromiso del Sindicato de Trabajadores Municipales de San Miguel, se formó la llamada Asociación de Trabajadores Unidos del Hospital Lacarde (ATUL), que nuclea a médicos y profesionales, y que se convirtió en parte de la CICOP. Pero por la situación general la nueva organización generó una ruptura masiva con el gremio local, ya que administrativos y otros empleados se afiliaron.

“Esto no lo toleraron, fundamos una seccional y nos quisieron secuestrar las planillas, una cosa tremenda, mandaron una patota para apretar a los trabajadores, hubo despidos, más de 50 sumarios y traslados arbitrarios, todo eso debieron enfrentar los médicos y los trabajadores”, afirmó Pacagnini.

Si bien el conflicto tiene una larda data, en los últimos meses tomó visibilidad, y generó algunas situaciones complejas. En primer lugar, se produjo una renuncia masiva de profesionales de la salud, que hizo que en poco0 tiempo se tengan que cerrar servicios, como Cardiología, Dermatología y Clínica Médica.

Además, se complicó la atención de los vecinos en plena pandemia y repunte de los casos de coronavirus. “Siempre fueron muy autoritarios, manejan el hospital como patrones de estancia, destruyeron la carrera profesional, ponían y sacaban a dedo a la estructura directiva. Así el hospital venía en debacle”, recalcó Pacagnini.

En ese sentido, desde CICOP denunciaron que el hospital tiene una masiva precarización: “Si en los centros de salud municipales el 50 por ciento del personal sanitario está en situaciones precaria, en San Miguel esto alcanza a casi la totalidad”.  

Respaldo de todos los gremios

La situación del último jueves generó una respuesta de repudio y rechazo de todos los gremios que forman la CICOP, cuyo consejo directivo emitió un documento donde asegura que “este es un nuevo y salvaje ataque del Municipio al equipo de salud del Larcade y ahora también a los dirigentes de CICOP, es perentorio terminar con esta política de patoteada y maltrato permanente que está destruyendo el principal hospital público de San Miguel”.

Por su parte, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA), expresó “la solidaridad incondicional con los trabajadores del Hospital Larcade de San Miguel, enfatizan que la solución no es la policía sino el diálogo social para poder dar satisfacción a las justas reivindicaciones salariales y de condiciones de trabajo del personal del hospital”.

La ATUL responsabilizó por la situación “a Gladis Amantia y Facundo Caiña, directores ejecutivo y administrativo respectivamente, por la convocatoria a las fuerzas represivas”. Ante esto, FESPROSA pidió al gobernador Axel Kicillof “la urgente intervención del área de Salud del Municipio de San Miguel de manera de encontrar vías de diálogo para garantizar la continuidad de las prestaciones en el hospital Larcade, el principal efector público para los 300 mil habitantes del partido de San Miguel y zonas vecinas”.

En tanto, Pacagnini recordó que en encuentros previos hablaron con las autoridades del Ministerio de Salud y su par de Trabajo, para que se involucren en la situación. “Queremos que haya una mesa de discusión, ni eso logramos con este intendente. Por eso el Ministerio de Salud debe meterse, para garantizar la atención de la comunidad de San Miguel, sobre todo en medio de una pandemia”, concluyó Pacagnini.

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