Desde el SUTNA advierten que en los últimos tiempos crecieron las sanciones a trabajadores que participan de la actividad sindical. En una planta de Firestone, despidieron a tres empleados que habían participados de las recientes elecciones internas del sindicato, lo que derivó en un paro de actividades. En Fate, avanza el pedido de desafuero para un integrante de la comisión directiva del gremio.
Diego Lanese
En los últimos días, por diversos conflictos el sector del neumático vive un clima tenso entre el gremio y distintas empresas, que con medidas polémicas arremeten contra la organización sindical. Los casos se suman a situaciones que se viven desde hace un tiempo, incluyendo las presiones para que los trabajadores no se sumen al paro nacional de septiembre de este año.
Ante esto, desde el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA) aseguran que existe una “clara persecución” contra el activismo gremial, que se expresa en sanciones e incluso despidos, como ocurrió hace unos días en una planta de Bridgestone-Firestone, donde hubo un paro contra el despido de al menos tres empleados que habían participado activamente en las elecciones internas de la entidad.
“Van contra la organización”, aseguran los dirigentes. Además, la semana próxima se podría definir el desafuero de uno de los integrantes de la comisión directiva del gremio, denunciado hace unos 10 años por la firma Fate luego de un plan de lucha contra despidos en esa empresa.
En el marco de este clima de tensión, el domingo pasado los trabajadores de la planta Llavallol de Birdgestone-Firestone realizaron un paro total por 24 horas, en rechazo al despido de al menos tres empleados, que participaron de las elecciones internas del SUTNA, realizadas a principio de noviembre.
Se trata de empleados que fueron autoridades de mesa y tienen un “claro perfil activista”.
Según informaron fuentes del gremio a Gestión Sindical, las cesantías comenzaron antes de las elecciones, y se extendieron luego de los comicios. “Mientras tratábamos de destrabar los primeros despidos, la empresa echó a otro compañero, lo que generó el paro”, ratificaron las fuentes consultadas.
El paro se realizó entre el domingo y el lunes pasado, en el marco de un impresionante operativo policial, desplegado en todos los ingresos de la fábrica, ubicada frente a la conocida Rotonda de Llavallol. Según el SUTNA, el despliegue de la Policía Bonaerense se dio “para amedrentar el reclamo legítimo de los trabajadores que piden la reincorporación de los compañeros despedidos”.
No es la primera vez que existe este tipo de conflicto en la planta Llavallol de la firma. En septiembre hubo protestas porque la empresa decidió algunas sanciones, que apuntaron a evitar que los empleados se sumen al paro nacional del 25 de ese mes. En ese caso se trató de la retención del pago de algunos ítems del salario, como los adicionales.
Además, esta semana se realizo una nueva audiencia en el Tribunal Nº1 de San Isidro, donde se lleva una particular causa contra un delegado de STUNA en Fate, que la empresa quiere desaforar dese hace 10 años.
Se trata de Víctor Ottoboni, actual secretario de Actas y Prensa de la comisión directiva del gremio, que en 2008 era delegado de la empresa. Ese año, las tres empresas del sector decidieron despedir 200 trabajadores, lo que generó un plan de lucha a nivel nacional.
Luego del mismo, Fate inició el pedido judicial para que Otobboni sea despojado de sus fueron. La causa lleva una década, y luego de varios rechazos volvió al tribunal. Luego que fracasara la audiencia, el próximo martes se podría cerrar el juicio, por lo que el gremio se movilizará al lugar. “La causa carece de sustento, es un claro ejemplo de persecución gremial”, le dijo el dirigente a Gestión Sindical.
Luego de la denuncia en 2008, dos años después el mismo tribunal de San Isidro falló contra Ottoboni. Luego de una gran movilización, se logró mantener en suspenso la sanción, hasta que la Corte Suprema de Justicia resuelva el tema de fondo.
En 2015 la Corte Suprema nacional resguardó el derecho a la libertad sindical, y en 2017 el máximo tribunal provincial ordeno realizar un nuevo juicio, con distintos jueces.
“En la audiencia del martes no sólo se define mi desafuero, sino también la cuestión de fondo que es el despido”, explicó el delegado. Ottoboni destacó que “ya que logramos cambiar el criterio de la justicia, donde los delegados en la provincia de Buenos Aires no tenían derecho a apelación si perdía en primera instancia, pero si la patronal”.
Hasta ahora, los juicios por desafuero no trataban la cuestión de fondo, que por lo general era el despido del dirigente sindical. “Un mecanismo cínico de la justicia para favorecer a las empresas”, criticó el dirigente del SUTNA.
La conducción nacional de SUTNA está en manos de un grupo de dirigentes que pertenecen a partidos de izquierda y organizaciones clasistas, además de grupos vinculados al peronismo.
Su secretario general Alejandro Crespo (Partido Obrero) derrotó en elecciones nacionales del 2016 a Pedro Wasejko, ex secretario Adjunto de la CTA de los Trabajadores que lidera Hugo Yasky, y se convirtió en un vértice importante de este espacio de izquierda.
Pero en las recientes elecciones su lista retrocedió en cantidad de votos, y en algunas firmas perdió terreno. En Firestone, por ejemplo, ganó 7 de los 12 delegados, cuando en 2016 se había alzado con la totalidad.
De esta forma, la lista Violeta –ex oficialismo –se recuperó y logró 4 delegados, más uno que ganó un grupo independiente.
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