Tras el congreso de elección de autoridades de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) desarrollado este miércoles, la entidad emitió un fuerte comunicado alertando sobre una desindustrialización inducida en el país por el gobierno de Javier Milei y convocando a un gran encuentro nacional para defender la capacidad productiva y el empleo de cara a lo que definen como un “industricidio anunciado”.
CSIRA sostiene que la situación actual trasciende una simple recesión económica, interpretándola como una “desindustrialización inducida” que resulta de una orientación económica que ya se aplicó en períodos anteriores como la dictadura de Martínez de Hoz, la convertibilidad de los ’90 y el ciclo 2016-2019. Este camino, advierten, destruye capacidades productivas y tecnológicas que son muy difíciles de reconstruir.
El comunicado subraya un peligroso desacople: mientras sectores como las finanzas y la energía muestran cierto dinamismo, la producción manufacturera continúa cayendo. La industria acumula una contracción promedio del 9,5% en lo que va de 2025 en comparación con el mismo período de 2023. La entidad sindical critica que promesas como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) se enfocan en sectores extractivos, con escasa capacidad de generar valor agregado y empleo en el resto de la economía.
Entre quienes participaron de Congreso de este miércoles estuvieron el titular del gremio del Vidrio y cosecretario general de la CGT, Cristián Jerónimo, el líder de la UOM, Abel Furlán, Héctor Laplace (AOMA), entre otros dirigentes del sector industrial.
Los sindicatos resaltan la dramática caída en el empleo industrial como la prueba más contundente de la emergencia. Desde la asunción del actual gobierno, el empleo industrial registrado cayó en 16 de 21 meses, resultando en la pérdida de más de 42.000 puestos manufactureros. A esto se suma la destrucción de más de 125.000 puestos de trabajo en el sector informal.
La crisis se manifiesta en el cierre de fábricas, la suspensión de líneas de producción y el reemplazo de producción nacional por bienes importados. Según el comunicado, casi 2.000 empresas industriales cerraron desde noviembre de 2023. “Estamos perdiendo no solo fábricas, sino futuro”, enfatiza CSIRA, al señalar que la destrucción del tejido industrial implica la pérdida silenciosa de saberes, redes de proveedores y mercados que tardaron décadas en construirse.
El documento se muestra sumamente preocupado por la decisión del gobierno de renunciar abiertamente a la política industrial, llegando a disponer el cierre de la Secretaría de Industria y la Secretaría PYME.
La entidad que conduce Ricardo Pignanelli (SMATA) contrastó esta decisión con la tendencia global: mientras potencias mundiales como Estados Unidos, la Unión Europea, China y vecinos como Brasil y México refuerzan la intervención estatal para impulsar sectores estratégicos, Argentina avanza en sentido opuesto y desmantela su industria.
Como ejemplo de esta orientación, la central sindical cita el reciente “acuerdo” con Estados Unidos, al que califica más como un contrato de adhesión. En este, se señala que Argentina asume compromisos como la reducción de aranceles y concesiones estratégicas, mientras que Estados Unidos obtiene ventajas comerciales y acceso preferencial a sectores clave, llevando al país a una posición “subordinada y dependiente”.
Frente a la gravedad del panorama, CSIRA convocó a una respuesta nacional, amplia y transversal para frenar el “industricidio”. La convocatoria busca unir a trabajadores, empresarios industriales, pymes, universidades, centros tecnológicos, investigadores, estudiantes, científicos y gobiernos locales.
El comunicado cierra con una declaración de principios: sin producción no hay futuro, sin trabajo no hay justicia social y sin industria no hay soberanía económica ni desarrollo. La industria es calificada como el “corazón del progreso material, la fuente principal de innovación, el sostén del empleo calificado y el cimiento de cualquier proyecto de desarrollo”.
Con este marco, la entidad gremial convocó a la realización de un Congreso de la Producción, Trabajo y Calidad de Vida , para defender las capacidades productivas y construir un horizonte de desarrollo nacional. «Hoy decimos, con claridad y firmeza: No al industricidio. Sí a una Argentina productiva, federal, inclusiva y con futuro»




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