Un grupo de cordobesistas paladar negro estuvieron en Ginebra. Cercanía con el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, y con su “pollo” y potencial candidato a secretario general de la central, el vidriero Cristian Jerónimo.
Por Bettina Marengo.
A dos meses del último paro general de la CGT contra las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei, y con los gremios intentando remontar el techo del 1% para paritarias que impuso el superministro de Economía, Luis Caputo, en la central obrera nacional empiezan a hablar de adelantar la renovación de autoridades que estaba prevista en principio para noviembre, y poner las elecciones antes de los comicios legislativos de medio término que serán el 26 de octubre. Algunos gremios, si se lo permiten sus estatutos y reglamentaciones, podrían también adelantar procesos, para evitar el impacto en el movimiento obrero organizado de lo que podría ser una buena elección de Milei y de su principio de la motosierra y ajuste.
Con esta información que empieza a circular en los altos niveles sindicales, hace unos días volvió de Europa una delegación de llaryoristas paladar negro que participó en Ginebra, Suiza, de la 113° Conferencia Internacional del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con agenda que parece alejada de la rosca diaria pero que tributa para el gobernador Martín Llaryora y sus planes a mediano plazo.
El exlegislador y director del Banco de Córdoba, Juan Manuel Cid, el titular del Colegio de Abogados de Córdoba, Eduardo Bittar, y el también abogado Pablo Bario, sanfrancisqueño que integra la mesa chica del jefe del Panal, fueron tres de los cordobesistas que participaron del encuentro de la OIT, un escenario donde se consolidó la sintonía del grupo con el sector cegetista que lidera Gerardo Martínez, el titular de la UOCRA y secretario de Relaciones Internacionales de la CGT.
Martínez expuso en el pleno de la OIT con duras críticas a Milei, a la política del “cepo al salario” y al decreto presidencial que limita el derecho de huelga y que fue objetado judicialmente. El titular de la UOCRA es uno de lo que teje la rosca fina de las elecciones de la CGT nacional y tiene como “pollo” y posible candidato a secretario general de la central obrera al joven Cristian Jerónimo, líder del Sindicato del Vidrio que también tiene una buena relación con el grupo de llaryoristas mencionado arriba. No eran recién conocidos: Jerónimo estuvo en Córdoba un par de veces y en alguna ocasión se reunió con el jefe del Panal, que suele conversar con dirigencia nacional de todos los rubros con miras al sueño nunca cancelado de ser candidato presidencial.
En la CGT muchos creen que ya no tiene que ser un triunvirato quien conduzca la central sino una figura única. Héctor Daer, de ATSA, uno de los tres triunviros actuales junto a Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) y el moyanista Octavio Argüello, apoya al titular del Seguro y secretario de Comunicación de la CGT, Jorge Sola. El dirigente estuvo hace un mes en Córdoba para dar una charla. Tiene en contra que proviene del sector servicios y no de la industria, en un momento donde justamente son los trabajadores del valor agregado los más golpeados por la política aperturista de Milei.
Como sea, Jerónimo parece un experto en relaciones públicas y tiene un perfil que se adecua al “peronismo republicano” que buscan encarnar en Hacemos Unidos. Fue el único gremialista que habló en el evento de Amcham de hace tres semanas, que se realizó en el Centro de convenciones de Buenos Aires, donde Llaryora fue invitado a hablar junto a su par, el gobernador de Entre Ríos Rogelio Frigerio. Y junto a Martinez, el vidriero estuvo con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva, quien los recibió antes de entrevistarse con Milei en febrero de este año. Lo cierto es que entre conferencias, café y cenas, el llaryorismo mostró vinculación con este sector cegetista y con el mundo del trabajo en general. Es posible que antes de fin de año, Córdoba sea sede de una conferencia de la OIT de las Américas, que reunirá a representantes del cono sur pero también de EEUU, Canadá, México y Centroamérica. Iba a ser en Buenos Aires, pero finalmente Córdoba se quedó con la plaza. Está todo en tratativas pero hay gente muy optimista en el gobierno, que se entusiasman con un cierre a cargo de Llaryora.
A esa altura, ya habrán quedado en el pasado las dos principales incógnitas políticas del cordobesismo: si Juan Schiaretti será o no candidato en Córdoba en las elecciones de medio término, y la suerte electoral del espacio Hacemos en los distritos donde se presente a competir por el andarivel del medio, en la espacio que quede entre Milei y Cristina y los K.
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