Palazzo y Siley, las opciones kirchneristas para liderar la CGT

Palazzo y Siley, las opciones kirchneristas para liderar la CGT

La CGT elegirá una nueva comisión directiva tres días antes de las elecciones generales de noviembre. Los gordos quieren a Gerardo Martínez.

La cola envenenada del escándalo del cumpleaños de Fabiola en la Quinta de Olivos se cruzó con la discusión por la nueva conducción de la CGT.  El debilitamiento de Alberto Fernández le dio fuerza a opciones más cercanas a Cristina Kirchner para conducir la central de los trabajadores, aunque no está claro que vayan a coronar.

Este martes la CGT formalizará la convocatoria al Comité Central Confederal (CCC) y al Congreso Nacional de elección de autoridades que se realizará tres días antes de las elecciones generales. La fecha no fue puesta al azar sino que buscó evitar que los resultados electorales condicionen la nominación de los dirigentes que conducirá el movimiento obrero.

Cuando ideó esa convocatoria la CGT quería evitar que una Casa Rosada empoderada por un eventual triunfo electoral impusiera nombres en la conducción. Luego del escándalo de las fotos del cumpleaños de Fabiola Yañez en plena cuarentena estricta, esa hipótesis es menos probable, pero plantea un riesgo similar la figura de Cristina Kirchner, que ha recuperado centralidad política por el opacamiento del Presidente. 

Es por eso que por estas horas comenzaron a circular en círculos políticos y gremiales los nombres de dos dirigentes sindicales cercanos a la vicepresidenta: el bancario Sergio Palazzo y la judicial Vanesa Siley,  que además integran el cuarto y séptimo lugar la lista de diputados del Frente de Todos de la provincia. 

La caída de la imagen de Alberto afecta al actual secretario General, Héctor Daer, representante de los Gordos y hombre del Presidente en la CGT. Se trata de uno de los efectos de un movimiento más amplio.

En el armado del Frente de Todos que derrotó a Mauricio Macri en 2019, Alberto acercó a sectores del peronismo de centro, con gobernadores como Omar Perotti y Juan Manzur, dirigentes sindicales como Daer e intendentes como Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta. 

Tras las fotos filtradas del cumple de Fabiola, el peso de Alberto cayó y la CGT puede pasar de una centralidad albertista con Daer a un posicionamiento filocristinista con Palazzo y Siley. Pero no está claro que ese sea el desenlace. Si hay algo que demostraron los dirigentes sindicales argentinos es su capacidad de generar un espacio de autonomía respecto al poder político partidario. 

El sector mayoritario de la central obrera que lideran los grandes gremios englobados bajo la metáfora de "Los Gordos", tienen mayoría entre los congresales que deberán votar la nueva conducción. Este sector mantiene una histórica tensión con Cristina, que se agravó en el último cierre de listas, donde fueron excluidos.

Fuentes sindicales consultadas por LPO, aseguraron que Palazzo no quiere liderar la CGT y prefiere asumir como diputado nacional y renovar como secretario General de La Bancaria en las elecciones de esa organización de noviembre.

 "Los muchachos de la CGT no lo terminan de respetar a Palazzo como líder, lo acusan de ser radical y de haber aceptado ir como diputado por una lista de la provincia de Buenos Aires, cuando es mendocino", afirmó a LPO una fuente sindical al tanto de las negociaciones.

 Sin embargo, en una reunión que mantuvo este viernes en Mar del Plata con delegados de su gremio, Palazzo pareció interesado en liderar la central obrera, cuando planteó en su discurso que estaba dispuesto "a colaborar para ser prenda de unidad de todos los sectores del movimiento obrero".

Siley, la otra carta de Cristina para controlar la CGT, cuenta con un problema de índole legal que sus rivales de Los Gordos podrían esgrimir. La Federación de Sindicatos de Trabajadores Judiciales que lidera la diputada aún no cuenta con personería gremial y eso le impediría ser Secretaria General. "Como nunca le pudo ganar las elecciones Piumato, inventó un gremio paralelo, pero no tiene personería", afirmó a LPO una fuente de la central obrera.

De todas formas en la CGT destacan la capacidad de trabajo de Siley y con la incorporación del 50 por ciento de representación femenina, se descuenta que la diputada tendrá un lugar en la comisión directiva. 

Del lado de los gordos el dirigente más mencionado como nuevo conductor de la CGT es el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez. El sector de la construcción tendrá un rol central en cualquier esquema de recuperación económica y Martínez es considerado uno de los cuadros más inteligentes del sindicalismo argentino. "

Palazzo pasa el filtro político, pero no el gremial. Gerardo Martínez pasa el filtro político y el sindical", afirmó a LPO una fuente al tanto de las negociaciones, que reconoció que ambos dirigentes cuentan con la ventaja adicional de ser más jóvenes que el promedio d ela actual conducción de la central obrera.

Otra posibilidad que barajan los gordos es impulsar a Sergio Sassia, de la Unión Ferroviaria. Aunque tampoco se descarta designar a algún secretario adjunto, como ocurrió con Saúl Ubaldini, que era el segundo del gremio de cerveceros.

Como sea, las negociaciones se producen en un momento de tensión entre el movimiento obrero y el Gobierno luego de un cierre de listas que solo tuvo premios para los sindicalistas leales a la vicepresidenta. A Palazzo y Siley hay que agregar Hugo Yasky, de la CTA, y Walter Correa, del Corriente Federal, todos ubicados en la boleta de diputados de la provincia de Buenos Aires, que supervisó Cristina.

Incluso el camionero Hugo Moyano quedó molesto con el cierre, porque había presionado para que se incorporara a la lista a su hijo menor, "Huguito". Ahora los gordos aspiran a incorporar al sector de Moyano a la nueva conducción.

A estas tensiones hay que sumarle la cíclica amenaza de Cristina de quedarse con la Superintendencia de Salud para tener un control directo de las obras sociales, corazón del modelo de poder sindical argentino.

 se preparan para un posible aluvión de Cristina si el Frente de Todos gana las elecciones. Por eso, abren el paraguas y se reunirán 3 días antes. 

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