Por Luis Autalan

Casi en simultáneo con el anuncio del 6,3% de inflación de octubre la UOM y las cámaras empresarias tuvieron su segunda reunión por la revisión paritaria, con el nivel de precios como punto excluyente. Al cabo de una hora se decidió pasar a un nuevo cuarto intermedio hasta el martes 22, en el ministerio de Trabajo. Hasta ahora las negociaciones se realizaron en la sede UOM de la calle Alsina.

Los metalúrgicos liderados por Abel Furlán reclaman el 111% para firmar el convenio, agregando 46 puntos al 65% ya acordado. El desglose es un 11% en diciembre y ya en 2023 un 11% para enero, 12% en febrero y otro 12% en marzo. Para ese mes y antes del inicio del ciclo lectivo requieren un bono de $50.000.

La contraoferta empresaria llegó hasta el 100% de acuerdo al siguiente detalle: 7% en diciembre, 9% enero, otro 9% en febrero y el último tramo de 10% para marzo de 2023. En rigor de la diferencia de 11 puntos la misma no parece escollo para el acuerdo, pero el bono requerido detona la diferencia concreta. Las empleadoras, que abarcan los diferentes rubros de esta actividad industrial, rechazan de plano ese adicional, más allá de las características de cada cámara.

Como publicó BAE Negocios los empresarios remarcan el "cambio de tónica gremial para la negociación" que aprecian en la era Furlán y algunos hasta hablaron de intransigencia.

"El ascensor ya sube"

En el paradigma de que "toda paritaria es política" sustentan como escollo una "renovada energía sindical" en la puja, que la enmarcan en la sintonía con la tónica salarial y de distribución de ingresos que destaca hoy a la UOM alineada al kirchnerismo. De hecho, tanto el discurso de Furlán como la palabra de Cristina Fernández en el plenario sindical desarrollado en Pilar fueron la ratificación de lo que los mismos sindicalistas expresaban antes de iniciar la ronda de conversaciones: "Bajo gobiernos peronistas los sueldos no pierden con la inflación".

El trazo más firme en esa posición parte de "corregir" el haber firmado un 45% en marzo, antes del estallido inflacionario de dicho mes, una secuencia que determinó incluso cambios profundos en la conformación del secretariado nacional de la UOM.

"La decisión está y no sólo para los reclamos salariales", acotan los metalúrgicos realzando que la distribución del ingreso es un tema económico "y no de interpretación", con base en la recuperación empresaria por un lado al mismo tiempo que la corrosión del poder adquisitivo. Lo enmarcan como un "dato durísimo" y que hace a la decisión sindical para reclamar ante las patronales y el Gobierno, como toda el ala gremial K, a propósito de definir sumas fijas o en el último de los casos un bono para los trabajadores y trabajadoras registrados con menores ingresos.

El bloque empresario que conforman Adimra, AFAC (autopartistas), Camima (pymes), Afarte (electrónicas de Tierra del Fuego), Caiama (aluminio) y Fedehogar (electrodomésticos) considera que la oferta del 100% está en línea con el incremento sostenido de precios al tiempo que rechazan por unanimidad el pago del bono de $50.000 en marzo.