Con varios frentes de conflicto calientes, la central todavía discute cuándo retomar contacto con la Casa Rosada, después del faltazo a la mesa de diálogo.
Por José Maldonado
La conducción de la CGT discute por estas horas cuándo y cómo retomar el diálogo con el gobierno, luego de ausentarse de los encuentros convocados por la Casa Rosada, en medio de una grieta interna que se hace cada vez más profunda en la central obrera por la multiplicación de conflictos derivados de la motosierra de Javier Milei.
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A horas del paro del transporte motorizado por el camionero Pablo Moyano, la mesa de conducción cegetista deberá resolver si acude o no al próximo llamado del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para sumarse a la mesa de diálogo tripartita junto a empresarios. Por el momento, la decisión es postergar todo lo posible el encuentro, al menos hasta después de esta semana, que estará cruzada por medidas de fuerza.
Pablo Moyano
Diálogo con la Casa Rosada
La semana pasada, la CGT presentó una excusa formal para suspender la reunión por tema reforma laboral que iba a tener como anfitrión al ministro de Trabajo Julio Cordero, alegando la ausencia de representantes de UOCRA que viajaron al exterior por actividades gremiales. Ese día iba a discutirse un expediente caliente: la reglamentación del capítulo que apunta a limitar el accionar gremial, penalizando bloqueos en fábricas.
El argumento formal de la CGT no ocultó lo obvio: para la central obrera una foto con el gobierno en un contexto de agudización de conflictos gremiales con los sindicatos de transporte, estatales y educación haciendo medidas de fuerza quedaba por demás incómoda.
El cambio de actitud de la central después de aceptar sentarse a la mesa del gobierno tuvo varios disparadores, pero la dinámica de la pelea interna parece haber jugado un papel clave. Después de la renuncia de Mario Manrique de SMATA a la secretaria gremial en medio de críticas a los dialoguistas, la conducción de Héctor Daer, Andrés Rodríguez y el barrionuevista Carlos Acuña, entre otros, quedó cuestionada por el sector de gremios combativas que viene reclamando un tercer paro general.
La huelga de gremios de transporte del miércoles 30, al que se sumarán estatales y universitarios, es la gran apuesta del sector que tiene como una de las caras visibles a Moyano. A la medida de fuerza le seguirá otro paro de 24 horas por parte de UTA, convocado para el jueves. Para el ala dialoguista, que hace tiempo archivó la discusión por un nuevo paro general contra Milei, es un desafío abierto.
Los estatales de CGT
La avanzada de la motosierra del gobierno sobre la AFIP fue la chispa que encendió otro frente de conflicto. El líder de UPCN Andrés Rodríguez se puso al frente de la convocatoria de una mesa de gremios estatales dentro de CGT para mostrar los dientes al gobierno en medio de la ola de despidos anunciada por la Rosada en Aduana y AFIP.
El Frente de Gremios Estatales, una vieja marca creada durante el gobierno de Fernando de la Rua, nuclea a los gremios de trabajadores de AFIP (AEFIP) y a dos poderosos gremios universitarios, FATUN y FEDUN.
El Frente que tiene a UPCN como socio mayor se declaró en estado de alerta y movilización por el anuncio de más de 3 mil despidos en AFIP y otras medidas adelantadas desde el gobierno para los estatales, como las evaluaciones masivas de fin de año para la renovación de contratos.
El cambio de actitud de Andrés Rodríguez -de mucho peso en el esquema de conducción cegetista- fue clave en el enfriamiento del vínculo con el gobierno, cuentan en Azopardo. Con ATE en pie de guerra por despidos, el lider de UPCN se puso a la cabeza de ese armado de sindicatos estatales cegetistas para no quedar relegado en la dinámica de un conflicto que crece.
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