El ala combativa de la central exige definir ya la fecha de una huelga ante la ola de despidos y el deterioro salarial frente a la inflación."Hay que medir los tiempos para no equivocarnos", advierten los moderados de la conducción cegetista.
Por: Elizabeth Peger.
Cruzada por las ostensibles diferencias entre el entramado sindical de perfil dialoguista y el ala más combativa, la conducción de la CGT profundizará desde la próxima semana el debate por la definición de la fecha de un nuevo paro general contra Javier Milei. La segunda quincena de abril, en consonancia con la expectativa oficial para el tratamiento de la remozada Ley Ómnibus en Diputados, se inscribe como el horizonte posible para la concreción de la protesta que escalará en el enfrentamiento sindical con la administración libertaria.
La ola de despidos en la administración pública nacional -que activó una reacción unificada de los gremios de ATE y UPCN-, la multiplicación de medidas de fuerza y huelgas sectoriales y el malestar creciente por el impacto del ajuste y la caída del salario real reavivó en los últimos días la presión sobre la conducción de la central para acelerar el plan de lucha.
"El paro está sobre la mesa. Hay una masa crítica cada vez más fuerte, pero la prioridad es medir los tiempos con inteligencia", afirmó uno de los referentes del sector dialoguista de la cúpula sindical, donde confluyen los dirigentes de los "gordos" (grandes gremios de servicios) y los "independientes" (UPCN, Uocra y Obras Sanitarias). Una postura similar desgranó otro jefe del mismo espacio: "Tiene que madurar. Si salimos a anunciar un paro por los despidos en el Estado hoy no para nadie", advirtió.
Las explicaciones y el sentido de la advertencia de los moderados cegetistas constituyeron un intento de respuesta a la amplificación de los planteos del ala más combativa de la central para ponerle fecha ya a una nueva huelga general. El gastronómico Luis Barrionuevo, el mismo que en la campaña fue el primer sindicalista en alinearse con el proyecto de Milei, ahora se ubicó sorpresivamente en la misma vereda que Pablo Moyano para pedir definiciones y hasta desafió a sus pares con la exigencia de la renuncia de Héctor Daer de la jefatura sindical.
Paradójico: mientras Barrionuevo subía la cuesta de la tensión, los poderosos gremios del transporte agrupados en la CATT que junto al propio número dos de Camioneros habían sacudido la escena sindical con la amenaza de plantarse como la vanguardia del paro, optaron por retroceder en la presión a la espera de la definición del timing de la cúpula de Azopardo.
La primera línea cegetista leyó esos movimientos y tras el fin de semana activará una ronda de intercambios informales para preparar un encuentro ampliado de la conducción después del 7 de abril, cuando proyecta avanzar con la decisión de una nueva protesta. Estiman que los tiempos decantarán hacia una convocatoria para bien entrada la última semana del mes, casi en paralelo al tratamiento en Diputados del nuevo proyecto de Ley Ómnibus que el Gobierno enviará en los próximos días y que podría incluir la reforma laboral que estaba contenida en el mega DNU y que quedó frenada en la Justicia. También algunos gremialistas alientan la posibilidad de avanzar con una demostración de fuerza en consonancia con el Día del Trabajador, el 1° de mayo, que podría contemplar o no el llamado a un paro. "La discusión todavía está verde", aseguran.
La estrategia en el plano político que la primera línea sindical desplegó inicialmente en rechazo al DNU y la Ley Bases sigue su curso a la par. El plan supone consolidar un frente opositor en el Senado, sumando apoyos en el peronismo y, especialmente, en la UCR. En ese último objetivo varios dirigentes encararon en los últimos días una ronda de contactos con el espacio que responde al senador y titular del radicalismo, Martín Lousteau, y consensuaron sumarse a la estrategia en defensa de la universidad pública ante el recorte de fondos dispuesto por el Ejecutivo. "Estamos acompañando el petitorio que lanzó la conducción de la UBA y habrá otros movimientos conjuntos", aseguran desde la central obrera.
También apuestan a articular alguna alianza con sectores de la oposición dialoguista de Diputados. Para ello trabajan para profundizar el acercamiento con el bloque de Hacemos Coalición Federal, de Miguel Pichetto, con la expectativa de frenar el avance legislativo del capítulo laboral y la reversión de la eliminación del impuesto a las Ganancias y bloquear la conformación de una mayoría que respalde el mega DNU libertario.
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