La cuenta regresiva para el acuerdo o detonación de la paritaria 2021 de Sanidad ya asoma sobre la conciliación obligatoria que vence mañana, en plena pandemia, y concierne a 250.000 trabajadores.

Sobre tal escenario las tres patas (sindical, gubernamental y empresaria) juegan sus cartas y números en estrategia cerrada. Este martes hubo una nueva movilización de ATSA por las calles porteñas, esta vez frente a sanatorios, prepagas y hospitales mientras el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, busca herramientas para zanjar la grieta paritaria.

Entre ellas no podrá faltar que la cartera de Economía sume algo más que alivio, como sucedió para terciar alternativas en el diferendo de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) respecto a subsidios que en ese caso, allanaron esa paritaria.

Costos, empleo y salarios

Los empresarios de salud por su parte le reseñaron a BAE Negocios que sin aumentos de prestaciones no podrán "incrementar costos laborales".

En efecto, fuentes de ese sector patronal le describieron a este diario que "hay un fallo judicial que anula la resolución gubernamental que frenaba los aumentos, pero las regulaciones siguen vigentes, de manera que la pelota vuelve al campo del Gobierno".

Y redoblan la apuesta con una variable letal en paritarias: el aumento sostenido de precios. Así acotaron que "después de estos meses de tanta inflación, corresponde un nuevo análisis para volver a definir porcentajes".

Léase que el 9,77% de aumento que rechazó el juez federal Pablo Cayssials para las cuotas de la medicina privada que esas compañías solicitaran a la Justicia no alcanza a compensar costos incrementados bajo la crisis que desató la pandemia. Sin perjuicio de que el magistrado también le ordenó al Gobierno recalcular el porcentaje de ajuste correspondiente.

Es secreto a voces, lo asumen todas las fuentes de las tres patas consultadas, que "toda paritaria es política" y la encrucijada es un nudo "para todos". "Castigar a los trabajadores de salud con una demora en sus haberes bajo la emergencia es más que injusto", repiten desde el gremio.

En la Casa Rosada admiten que un fuerte aumento a las prepagas en vísperas de elecciones es una medida "pianta votos", por impacto directo e inflacionario en el bolsillo de ciudadanas y ciudadanos. A eso se suma la explicitada razón empresaria: "Así los números no cierran".

La lucha continúa

El titular de ATSA, Héctor Daer, insistió ante este medio que la vigilia para el final de la conciliación tiene decretado un paro de 4 horas por turno para el viernes. "Nuestra lucha, la de cada compañero y compañera continúa. No resignamos ni salarios ni derechos, nuestra recomposición paritaria debe ser urgente y estamos movilizados nada más por que nos corresponde". El también cotitular de la CGT ya reconoció los esfuerzos de Moroni para llegar a firmar las actas del acuerdo por una mejora que no conciben por menos del 43%, como también que no basta con la buena voluntad y disposición de la cartera laboral, sino que amerita que Economía juegue alguna carta positiva.

"Vamos a seguir defendiendo nuestro reclamo en la calle, en cada clinica, sanatorio y hospital, hasta ser escuchados. Orgulloso de mis compañeros, de la militancia, del compromiso. Estamos siempre donde hay que estar", sostuvo Daer vía Twitter.