La empresa Scania Argentina implementó esta semana una nueva suspensión de su línea de producción en la planta de Colombres, Tucumán, dentro de un plan de contingencia acordado con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA). Esta medida, que se extenderá hasta el fin de semana, responde a la caída en la demanda de los mercados de Brasil y la Unión Europea, acumulando aproximadamente 40 días de paros productivos programados en 2025.
Especializada en la fabricación de cajas de cambio, ejes y componentes de transmisión, la planta de Colombres emplea a 600 operarios y representa cerca del 15% de las exportaciones de Tucumán. A diferencia de las suspensiones previas, esta vez solo la mitad del personal se verá afectada, mientras que el resto continuará con tareas en la fábrica.
El esquema de pausas comenzó en junio con una semana de interrupción, seguida por paros del 7 al 20 de julio, del 24 al 31 de agosto y durante la última semana de septiembre.
La caída en la demanda de Brasil, principal destino de las exportaciones de Scania Argentina, se atribuye a una desaceleración económica en el sector automotriz, mientras que en la Unión Europea las restricciones en el mercado de vehículos pesados han reducido los pedidos de componentes. Esta situación ha obligado a la empresa a ajustar su producción para evitar excedentes y mantener la sostenibilidad financiera de la planta.
A pocos días de las elecciones del domingo, esta nueva suspensión intensifica las preocupaciones en el sector industrial de Tucumán, donde la estabilidad económica y el empleo son temas clave en la agenda política. La situación de Scania refleja los desafíos de la industria argentina en un contexto global adverso, mientras los candidatos debaten propuestas para reactivar la producción y las exportaciones.
El acuerdo con SMATA busca mitigar el impacto en los trabajadores, distribuyendo las pausas a lo largo del año para mantener la operatividad de la planta.
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