Diego Lanese.

La decisión de la empresa estatal Aerolíneas Argentinas de suspender por dos meses a cerca del 70 por ciento de su personal por la pandemia de coronavirus, que tiene hace más de 70 días paralizada casi toda la actividad, generó un verdadero terremoto en el sector aerocomercial. La medida fue anunciada por la firma y generó el rechazo de los gremios, que reclaman que se sostengan los puestos de trabajo y los ingresos de los empleados de la línea aérea de bandera, que desde la declaración del aislamiento social preventivo no vuela.

Si bien estos días las autoridades nacionales confirmaron que recién en septiembre se podrán vender pasajes –no se confirmó si ese mes ya se volará –hasta el momento no se habían notificado situaciones de despidos. La dirigencia sindical aseguró que tema un “efecto contagio” en las empresas privadas, que tienen las mismas dificultades o mayores que la firma estatal. La incertidumbre por los puestos de trabajo será tratada esta semana cuando varios sindicatos se reúnan con representantes de Aerolíneas, incluyendo su titular Pablo Ceriani.

Las suspensiones en Aerolíneas Argentinas generaron alarma entre los gremios, en especial porque temen “un efecto contagio”. La suspensión sería por los meses de junio y julio, período en el que se cobraría el 75 por ciento de su salario actual, tal como reza el acuerdo tripartito alcanzado entre el gobierno, las empresas y la CGT. Pese a esto, los gremios pidieron reunirse con las autoridades para conocer más detalles respecto de la medida.

Por el momento los gremios, pudieron adelantar que su postura será “escuchar” la propuesta que tengan para hacerles porque al momento no “es oficial”, aunque confirmaron que ya hubo conversaciones informales.

“La actividad está destruida, la pandemia golpeó muy fuerte, pero nuestra prioridad es cuidar los puestos de trabajo”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente del sector, que admitió que la posibilidad se venía hablando hace un tiempo. “No queremos que esto sirva de excusa para que las empresas privadas comiencen a achicar personal o dejar de pagar los salarios, tenemos que estar muy atentos a eso”, agregó el dirigente, que confirmó que buscarán crear una mesa de diálogo con las autoridades.

Por la suspensión de los vuelos internacionales y nacionales, la única actividad que hay está vinculada a vuelos de carga o vuelos que repatrían argentinos del exterior. La mayoría de más compañías licenció a su personal, pero hasta ahora se mantiene el pago del salario en su totalidad.

La suspensión del personal es parte del plan de la conducción de la empresa para intentar mitigar la crisis, que incluye la fusión de las operaciones de Aerolíneas Argentinas y Austral en una única empresa aérea de bandera que mantendrá el nombre de la primera. En tanto, en la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) afirman que la autorización de vuelos regulares recién sería desde el 1° de septiembre, fecha a partir de la cual se podría comenzar a reprogramar y comercializar pasajes, es decir, se podrían retomar operaciones en forma regular.

En el organismo creen que la reducción de la empresa estatal no los afectará. “Nosotros tenemos el 40 por ciento del personal trabajando, como somos una actividad esencial, y otro 40 haciéndolo en modalidad ‘home office’. Sólo un 10 por ciento no está trabajando por ser parte de los grupos de riesgo”, le confirmó a Gestión Sindical el titular de ATE-ANAC, Marcelo Belelli.

El dirigente explicó que todavía no se sabe el impacto de la medida tomada por Aerolíneas Argentinas, ya que todavía no se conocen detalles de las suspensiones. Además, Belleli ratificó la fecha de septiembre para la vuelta de los vuelos. “A partir de allí se podrán vender pasajes, hasta ese momento seguirán volando los aviones de carga y similares. Pero no sabemos si en esa fecha ya se podrá volar”, dijo.

Las aerolíneas comerciales han sido uno de los rubros más afectados por la pandemia, que con el cierre de fronteras han visto paralizada la actividad y sólo se han limitado a la realización de algunos vuelos de rescate de pasajeros varados o a la búsqueda de insumos para combatir el Covid-19, lo que no ha significado ni un 5 por ciento de la facturación habitual.

“Desde lo financiero la compañía postergó pagos no esenciales, negoció con proveedores de combustible la postergación de deudas y pago de cuenta corriente y se encuentran en tratativas avanzadas para reprogramar pagos con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil y con el Banco de la Nación Argentina. Asimismo, también se pospusieron pagos de alquiler de aeronaves”, informaron las autoridades de Aerolíneas Argentinas respecto de la medida anunciada.

Por el momento, los gremios mantienen la calma, y esperan poder tener noticias de primera mano de las autoridades para poder dar detalles de la situación, aunque por lo bajo admiten preocupación. Ricardo Cirielli, secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), aseguró que el sindicato aún no fue oficialmente notificado de la medida.

En tanto, la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) que conduce Juan Pablo Brey informó que fue convocada formalmente este miércoles a las 13 para reunirse con las autoridades de Aerolíneas y evaluar una propuesta de modificaciones temporarias en el régimen laboral de los Tripulantes de Cabina de Pasajeros. Mientras, desde el gremio adelantaron la postura de no aceptar reducciones salariales.