Una foto compartida con ferroviarios para restar adhesiones

Una foto compartida con ferroviarios para restar adhesiones

Dietrich y Triaca firmaron un convenio con Sasia, que no irá a la marcha de Camioneros

 

Las sonrisas compartidas por funcionarios y sindicalistas lo dijeron todo y representaron un mensaje directo con un clarísimo destinatario en común: Hugo Moyano .

 

Una semana antes de la marcha convocada por Camioneros para protestar contra el Gobierno, los ministros de Trabajo ( Jorge Triaca ), Transporte ( Guillermo Dietrich ) y Modernización ( Andrés Ibarra ) firmaron en la sede de la cartera laboral un convenio con la Unión Ferroviaria, que encabeza Sergio Sasia, uno de los dirigentes sindicales que se oponen a la marcha del ex hombre fuerte de la CGT, hoy acosado por la Justicia y con una relación más que tirante con el presidente Mauricio Macri .

"Este es el fruto de meses de diálogo y negociaciones, en los que se priorizó el desarrollo de los trabajadores como eje fundamental para el crecimiento del tren", afirmó Dietrich en un comunicado, luego de la firma del acuerdo, que unifica diez convenios colectivos de trabajo y que permitirá una mayor movilidad para los trabajadores de las líneas metropolitanas.

El latiguillo del "trabajo en común" no fue casual y también fue repetido por Sasia. "Priorizando el diálogo sobre todas las cosas, hoy estamos dando un paso fundamental para acompañar los avances tecnológicos, con herramientas que colaboren tanto en la formación profesional y personal de cada uno de los trabajadores", coincidió Sasia, uno de los dirigentes sindicales con los que Dietrich conversó en las últimas horas.

Tal como publicó LA NACION en su edición de anteayer, el convenio con los ferroviarios y la postal compartida se relacionan de manera directa con la ofensiva del Gobierno para debilitar a Moyano y su marcha, prevista para el próximo miércoles. Un detalle contado por testigos del momento marca el contexto de la reunión: Sasia y la comisión directiva de su gremio solo estuvieron unos minutos, firmaron y ni siquiera tomaron café. El acuerdo ya había sido "madurado" antes y había poco más por hacer y decir, más allá de volcar al papel lo ya acordado.

Sin casualidades

El día elegido tampoco fue casual, reconocían en el Gobierno. Un rato antes que ellos, el presidente Mauricio Macri y -sobre todo- la gobernadora María Eugenia Vidal habían hecho referencia a quienes "no piensan en hacer una marcha" y destacaron la posibilidad de trabajar "junto a los gremios".

Dietrich y Triaca trabajaron, personalmente y a través de Lucas Fernández Aparicio, que responde a ambos, para persuadir a distintos gremios de no concurrir a la marcha organizada por Moyano.

Los esfuerzos principales están dirigidos, precisamente, a los gremios de transporte, vitales para medir el éxito o el fracaso de la protesta. Además de los ferroviarios, trabajarán ese día los colectiveros y empleados de subterráneos agrupados en UTA, cuya cabeza es Roberto Fernández, que fue de los primeros en correrse de la marcha y asegurar que "quienes vayan a la movilización van a poder regresar a sus casas normalmente", según ironizó el gremialista.

"Estamos bien, el escenario que se presenta es muy favorable", evaluaban anoche en un despacho importante de la Casa Rosada, menos de una semana antes de que la pulseada con Moyano y sus aliados se traslade a la calle.

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