Gerardo Martínez en OIT: "hay un ataque a los derechos de los trabajadores"

El delegado de los trabajadores argentinos, Gerardo Martínez, expresó ante la 106º Conferencia Internacional del Trabajo que se desarrolla en Ginebra, Suiza, que “los trabajadores estamos viviendo transformaciones negativas que implican un retroceso de nuestras legítimas aspiraciones hacia un desarrollo social e inclusivo. 

Es una época de incertidumbre en toda su dimensión; conflictos armados, terrorismo internacional, catástrofes naturales generadas por el cambio climático”. El líder del gremio de la Construcción (UOCRA) agregó que “esta situación se agrava con el accionar especulativo de los mercados que provoca mayor concentración económica acentuando las brechas sociales. Los trabajadores no debemos pagar las consecuencias de un proceso de globalización que vuelve al mundo más injusto”.

Subrayó que “los trabajadores sabemos que el mundo está en crisis, crisis que se profundiza en los países en vías de desarrollo donde se vuelve a dar prioridad al negocio financiero por sobre la economía real. Son los gobiernos quienes deben promover el desarrollo con igualdad de oportunidades. Existe un ataque a los derechos sociolaborales y una creciente desigualdad que requiere de la OIT un rol activo y una mayor inserción en el poderoso escenario de la economía global. Se debe encontrar soluciones para combatir la pobreza, el desempleo, especialmente el de los jóvenes, la esclavitud moderna y el trabajo infantil”.

A continuación, Martínez citó al papa Francisco: “Somos testigos del crecimiento de la pobreza en el mundo y de la brecha social que se hace cada vez más grande, pobres que son empobrecidos por otros, excluidos y marginados, a la vez que vemos espantados amplias regiones del mundo donde pobreza significa hambre y muerte”.

En tal sentido sostuvo: “No aceptamos un mundo donde las desigualdades se profundizan, aumenta la concentración de la riqueza y la única respuesta es la precarización de las condiciones laborales. Los migrantes y sus derechos, el empleo y el trabajo decente para la transición a la paz, y la reafirmación de la declaración sobre la justicia social son temas esenciales frente a los desafíos de la agenda del futuro del trabajo un futuro del trabajo que se enmarca en un proceso de cambio tecnológico e innovación y que traerá aparejado destrucción de muchos puestos de trabajo y creación de algunos nuevos al mismo tiempo”.

Manifestó que “la cuestión es quien se apropia de las innovaciones tecnológicas y cuál será la brecha de conocimiento entre regiones y países para lograr resultados positivos que promuevan la justicia social y la cultura del trabajo. En América latina observamos con preocupación que se profundizan los modelos de exclusión: se incrementa la desocupación o el trabajo es de mala calidad. El dialogo social sigue siendo débil e inexistente, en la mayoría de nuestros países; con una tendencia peligrosa hacia la criminalización de la protesta social que intenta restringir el derecho de huelga”.

El secretario de Relaciones Internacionales de la CGT planteó que “los gobiernos no están tomando medidas anticíclicas que revaloricen el papel del Estado, con políticas públicas que fomenten la economía real, el desarrollo productivo y el mercado interno”.

Asimismo refirió que “no podemos distinguir entre un país y otro. El diagnóstico que tenemos de la región se da también en la Argentina. El movimiento sindical reafirma la plena vigencia de los derechos fundamentales y su pleno ejercicio, reivindica la libertad sindical, la promoción de la negociación colectiva y el sistema integral de seguridad social y rechaza cualquier forma de violencia y de prácticas antisindicales. Resistimos cualquier intento que ponga en riesgo las democracias de nuestra región y que afecten a los derechos humanos de nuestros pueblos. Los trabajadores somos los que más sufrimos las consecuencias de un modelo económico que no logra impulsar un desarrollo sostenido”.

Detalló que “la pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios y las jubilaciones producido por el aumento de la inflación provoca una fuerte transferencia de ingresos. El debilitamiento de las condiciones laborales, la caída en el empleo y el endeudamiento no es el camino para el despegue productivo que nuestro país necesita. Nuestro desarrollo económico no puede depender de la venta de commodities y la apertura de las importaciones, exclusivamente. La reconversión productiva, la mejora en infraestructura, la reactivación del mercado interno, la cultura del trabajo, entre otras medidas, pondrá en movimiento la fuerza laboral dinamizando nuestra economía”.

Finalmente Martínez insistió en “la convocatoria de un Consejo de Desarrollo Económico y Social, como la institucionalidad necesaria para el debate sobre políticas públicas, que incluya una agenda programática para dar respuesta a los problemas que afectan a nuestra sociedad, reafirmamos nuestra convicción sobre la importancia del consenso que surgen del dialogo social. Desde el movimiento sindical en su conjunto reafirmamos una vez más el compromiso de lograr una hoja de ruta en la IV Conferencia Mundial sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil que permita desarrollar medidas concretas y eficaces para la prevención y erradicación del trabajo infantil y el trabajo forzoso y para la protección del empleo juvenil, desafíos importantes de cara al futuro”.

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