Moyano (piquetero) busca mortificar al Gobierno y a la CGT

Moyano (piquetero) busca mortificar al Gobierno y a la CGT

El camionero encabezará hoy un despliegue de ollas populares en el Congreso y abrirá una secuencia de actos previos a una marcha opositora antes de fin de mes.

Hugo Moyano volverá hoy a las calles para dar inicio a una secuencia de acciones y manifestaciones pensadas para desembocar en la última gran protesta contra la administración de Mauricio Macri, por ahora pautada para este mismo mes, y que tendrá como objetivo paralelo afianzar las chances del camionero para hacerse en los próximos meses del control de la CGT. Hoy el gremio de choferes, que conduce junto a su hijo mayor, Pablo Moyano, distribuirá en la plaza del Congreso ollas populares para ofrecerles comida a personas en situación de calle o con problemas económicos.

La actividad contará con la presencia de ambos gremialistas desde las 11.30 y repetirá un despliegue similar que llevó a cabo la organización, junto con otros referentes del Frente Sindical por el Modelo Nacional, durante el feriado del 1 de mayo pasado, un día después de un paro nacional impulsado por la oposición.

Con un estimado de 150 ollas populares en la zona del Congreso quedará virtualmente reanudada la temporada de presencia callejera de los gremios disidentes luego del parate que hubo por el cierre de frentes electorales y luego de candidaturas, que tuvieron en vilo a buena parte de los gremialistas por su expectativa de ocupar espacios con chances de bancas legislativas.

Para la semana que viene, el Frente Sindical, que también integran los mecánicos del Smata, la Asociación Bancaria, la Corriente Federal de Trabajadores (CFT) y las dos versiones de la CTA, volverá a congregarse para avanzar en la definición de la protesta de fin de mes. Será en un primer plenario en el Smata, al que le sucederá otro a la siguiente semana en el microestadio de Ferro, adonde se prevé el anuncio definitivo. Serán, en definitiva, instancias para mantener la atención y el nivel de tensión contra el Gobierno y también contra la CGT.

Sobre el segundo objetivo, esta semana el bloque de gremios disidentes se reunirá con un sector que pasó a ser un aliado circunstancial: el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que lidera el taxista Omar Viviani, pasó de ser un socio externo de los líderes de la CGT a recuperar el vínculo con Moyano. Desde que el camionero se reencontró días atrás con Viviani creció el anhelo entre los sindicatos opositores de arrebatarles a los “gordos” de los grandes gremios de servicios y a los “independientes” de buen vínculo con el Ejecutivo, la hegemonía histórica sobre la central obrera.

El taxista acudió al encuentro que terminó de suturar años de enfrentamientos con Moyano –de quien fue mano derecha desde fines de los ’90 hasta el primer mandato de Cristina de Kirchner- tras sufrir una escisión en el MASA por la salida de Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y Guillermo Moser (Luz y Fuerza), quienes formaron a su vez el sello Sindicatos en Movimiento por la Unidad Nacional (Semun) y se pusieron bajo el ala de los sectores tradicionales de la CGT para fortalecer la conducción de Héctor Daer y Carlos Acuña.

En ese juego constante en la CGT de alianzas líquidas y traiciones a la vuelta de cada esquina el camionero evalúa en la actual coyuntura su capacidad de arrastrar a exaliados que lo abandonaron en los últimos años y a otros gremios “neutrales” y desencantados de la actual conducción de la CGT para torcer el peso inobjetable de “gordos” e “independientes” en la distribución de congresales que en las últimas décadas les aseguró poder de decisión sobre cada jefatura.

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