Un pacto con Moyano para garantizar la paz social

Un pacto con Moyano para garantizar la paz social

Macri se reunió con el jefe camionero y le pidió que calme a los gremios

Mauricio Macri ratificó el miércoles pasado quién es su interlocutor gremial favorito. Privilegió otra vez a Hugo Moyano con una reunión a solas, apenas dos días después del nacimiento de la CGT unificada. En esta ocasión, el encuentro no fue escenificado con una foto amistosa, aunque desde ambas orillas, tanto desde el Gobierno como cerca del jefe de los camioneros, ventilaron detalles que muestran buena sintonía y que encarrilan la alianza que los amontonó para vencer al kirchnerismo en las urnas.

El Gobierno filtró información en dosis homeopáticas. Comunicó de manera escueta que el Presidente y Moyano hablaron de política y fútbol en uno de los salones de Olivos. No mucho más. Detrás de esa nube de armonía, el jefe del Estado le hizo un pedido al sindicalista más poderoso del país: que intervenga ante las nuevas autoridades cegetistas para garantizar la paz social y la gobernabilidad. Moyano lo tranquilizó y le pidió que reciba "a los muchachos", un encuentro que podría concretarse esta misma semana.

Mauricio Macri se reunió con el jefe camionero y le pidió que calme a los gremios. Foto: Archivo / LA NACION / Hernán Zenteno

A partir del pedido de Macri a Moyano, la CGT se comprometió a tender puentes con actores hasta hace poco inesperados: organizaciones sociales y agrupaciones de trabajadores informales. El triunvirato cegetista, integrado por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, apuesta a ser también el representante de todos ellos. También será un intento por recuperar el termómetro de la calle en tiempos en que los piqueteros y los movimientos de desocupados dominan la escena, con protestas casi a diario. En la CGT no se hablará de plan de lucha hasta el 23 de septiembre, cuando se convoque al primer comité confederal de la nueva gestión.

El encuentro a solas de Macri con Moyano generó cortocircuitos en la primera reunión de la CGT unificada. El colectivero Roberto Fernández habló de los "hipócritas" que se reúnen en privado con el Presidente. De inmediato, Pablo Moyano rompió la pasividad de lo que aparentaba un debut calmo. "Mi viejo no va a traicionar a los trabajadores. ¿Dijiste hipócrita?", lo apuró al líder de la UTA. El malestar de Fernández tal vez se repitió anoche, con la visita de Macri a Luis Barrionuevo por la cena anual de los gastronómicos.

La estrategia de los Moyano es una cuestión que incluye a casi todo el clan. A la reunión con el Presidente, Moyano llevó a su yerno, Carlos "Chiqui" Tapia, tal como lo había hecho en el primer encuentro. en diciembre. La presencia de Tapia despunta dos aristas. La más conocida: su rol como gestor deportivo en Barracas Central y en la AFA, donde representa a los clubes del ascenso. La otra es su anhelo de "exportar", tal vez con la ayuda del Gobierno, el modelo de recolección de residuos del Ceamse. Del entramado también participan los hijos de Moyano. Pablo, que es número dos en Camioneros, luce más dialoguista. Facundo, que es aliado de Sergio Massa, se vuelca a un perfil opositor, lo que escenifica cierto equilibrio. Y Hugo (h), que es abogado, mantiene su influencia en el Ministerio de Trabajo.

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