Alimentación quiere paritarias a la altura de los aumentos

Alimentación quiere paritarias a la altura de los aumentos

Los paritarios de la FTIA se reunirán con la contraparte empresaria en el marco de las negociaciones por la actualización del Convenio Colectivo de Alimentación (CCT: 244/94).

El Sindicato de Alimentación reclaman una actualización de los salarios que podría romper el techo de los acuerdos paritarios cerrados hasta el momento.

Si bien algunos sectores consiguieron acuerdos cercanos al 60%,  la FTIA, la entidad que representa a las distintas filiales del Sindicato de Alimentación a nivel nacional, busca cerrar un paritaria que se destaca porque tiene como punto de partido el acuerdo del periodo 2021 – 2022 que superó al 50%.

Además del porcentaje de aumento, los paritarios quieren acordar mecanismos de actualización que protejan los salarios de la inflación y evite pérdidas del poder de compra.

 

Cuidar los salarios

El reclamo de los paritarios de la FTIA, encabezados por los referentes gremiales Rodolfo Daer y Héctor Morcillo, busca un acuerdo del 60% de aumento.

Cabe destacar que el convenio anual del periodo anterior fue de un 52,7%, lo que puso al salario de Alimentación al resguardo de los aumentos de precios del periodo 2021-2022.

El pedido que planteó la Federación de Trabajadores de Industrias de Alimentación; y que siguen de cerca los demás gremios, el Gobierno y empresarios de otras ramas, es el de tres revisiones anuales

Lo habitual es un sólo pedido de revisión al año con actualizaciones en función de las mediciones de inflación.

Sin embargo, los dirigentes de Alimentación no quieren que los salarios se atrasen y que las trabajadoras y trabajadores del sector tengan periodos de desfase salarial en relación con los aumentos de precios.

Negociaciones complejas

La FTIA le presentó una propuesta a la Federación de Industrias de Productos Alimenticios y Afines (FIPAA), que incluye tres instancias de revisión: en septiembre, diciembre y febrero de 2023.

Las fechas de revisión fueron propuestas en función de los periodos calientes de aumentos de precios.

El panorama para llegar a un acuerdo no parece nada sencillo, considerando que de alcanzar su objetivo, Alimentación sentaría un precedente que incomoda a empresarios y Gobierno.

Daniel Funes de Rioja, titular de la COPAL y  presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), está implicado como contraparte en negociación y representa no sólo los intereses de las alimenticias, sino que también, el de amplios sectores del empresariado que no quieren resignar ganancias y buscan frenar las pretensiones sindicales.

A pesar de la capacidad de lobby de los empresarios alimenticios, la patronal del sector tiene un punto débil para negociar.

Los alimentos y bebidos motorizaron la inflación mes a mes con aumentos que fueron superiores a la media inflacionaria.

El problema, es que la actualización del Convenio tiene que considerar la capacidad de cada una de las empresas para hacer frente a los pagos de las subas salariales.

Se da por descontado que las grandes empresas pueden asumir los costos de la paritaria que reclama la Federación, sin embargo, las realidades de las pymes, sobre todo del interior del país, son muy disímiles.

En este sentido, muchas filiales plantean la necesidad de cuidar las fuentes de trabajo y no llevar los reclamos a una situación de quiebre.

En caso de que el acuerdo paritaria no sea el que pretenden a nivel federación, se da por descontado que casa filial buscará una redistribución de las ganancias por medio de pedidos de bonos a las empresas que obtuvieron rentas que permitan compensar a las trabajadoras y trabajadores.

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