El gremio de Caló está a un paso de sellar con la industria metalúrgica un incremento de 18,5%. Dentro de la central obrera quieren discutir una nueva suba desde septiembre
La difusión de la inflación de marzo, que cerró con una aceleración del 2,3% y acumuló 6,7% solo en el primer trimestre del año, no fue ayer la mejor noticia para el Gobierno en su afán de garantizar la continuidad de la pauta salarial oficial del 15% al resto de las paritarias que aún no están definidas. Es que a la par de la comunicación de la evolución inflacionaria, el sindicato de la UOM, el más importante del sector industrial, quedó a un paso de cerrar con las cámaras empresarios metalúrgicas un incremento que totaliza el 18,5%, superando el techo que el Gobierno logró consolidar en los convenios salariales firmados hasta ahora. A la inquietud que representa la posición del gremio que conduce Antonio Caló se suma, además, la creciente presión de importantes figuras de la conducción de la CGT que ya gestionan una negociación con el Ejecutivo para intentar destrabar alguna mejora adicional al 15% en el último tramo del año, de manera de evitar un deterioro salarial por efecto de la aceleración de los precios. Según los argumentos de esos dirigentes, tras las consultas con sus respectivos asesores en materia económica, al ritmo actual la meta inflacionaria del 15% quedará superada en agosto. Por ello pretenden que el Gobierno habilite a aquellos gremios que ya suscribieron sus paritarias a activar desde septiembre las cláusulas de revisión incorporadas en los acuerdos. Estiman que, de mínima, debería convalidarse una suba de 3% adicional a la pauta alentada por la Casa Rosada. "Con estos números es imposible pensar en cerrar el año solo con un aumento del 15%, no se sostiene", justificó un referente de la primera línea cegetista. Otro gremialista, en tanto, se mostró expectante con poder avanzar en una conversación con el Ejecutivo en el corto plazo. "Va a haber una charla seguramente", dijo confiado. Pese a su posible impacto en el sector industrial, la preocupación central del Gobierno no se concentra en la paritaria metalúrgica, sino en aquellas discusiones que llevan adelante o iniciarán en las próximas semanas dirigentes gremiales que expresan una posición más crítica hacia la administración de Mauricio Macri, como el caso de Sergio Palazzo (bancarios) o el propio Hugo Moyano, que hegemonizará la negociación en nombre de Camioneros. En ese último caso, Pablo Moyano, número dos del sindicato, ya expresó un profundo rechazo a la pauta del 15% y anticipó que irá por un aumento por encima del 20%. A su vez, Palazzo mantiene firme el plan de lucha del sector y dispuso un nuevo paro de 48 horas para el martes y miércoles próximo en repudio a la oferta salarial de los bancos de una suba escalonada en línea con la meta oficial. Negociación metalúrgica En el marco de la discusión de los metalúrgicos, la cartera laboral que conduce Jorge Triaca parece dispuesta a convalidar un cierre por encima de 15%. Sin embargo, en el extenso encuentro de ayer el gremio y las cámaras no lograron terminar de consensuar el formato para implementar el aumento, que totalizará un 18,5%. Ese esquema se sustancia a partir de un incremento de 2,5% en la base de calculo sobre la que se aplicará luego en dos tramos acumulativos la suba de 15%. Ayer la principal traba para firmar la paritaria fue el pedido del sindicato de Caló de añadir al incremento porcentual el pago de una suma fija por única vez de $ 5000, reclamo que fue desestimado por el sector empresario.
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