La centrales obreras decidieron buscar el respaldo de la Iglesia, frente al avance del Gobierno Nacional en todas sus variantes. La CGT y las CTA estrecharon y reactivaron vínculos ya existentes con la Pastoral y el Episcopado mientras la central de Azopardo se prepara para su Comité Central Confederal de mañana en La Fraternidad. Lo que el 22 de agosto pareció ser un intento por avanzar en el segundo paro nacional contra el modelo económico, se diluyó desde la protocolar "construcción de puentes" y el más concreto "emplazamiento de diques de contención".

En cuestión de días los dirigentes cegetistas se encontraron dos veces con la Iglesia y la CTA en mesa amplia dialogó sobre la delicada situación de los trabajadores ante similar comitiva del clero. Si de seguir la prédica papal se trata la invitación del Papa Francisco para emplazar puentes, el desafío no termina ahí. Desde el Vaticano el ex cardenal Jorge Bergoglio postdateó que "participar en política es la obligación de todo cristiano", al realzar el ejercicio político como una forma excelsa de caridad, opción a seguir ante la "inadmisible actitud" de aquellos que "critican al otro desde afuera". Tales afirmaciones de Francisco son brotes alérgios para el núcleo duro de Cambiemos que pugna por "despartidizar" a los sindicatos, al tiempo que se reconforta en el "disciplinamiento" que incluyó relevar a dos figuras importantes del Ejecutivo, con buena relación sindical, tras la movilización a Plaza de Mayo del 22 de agosto.

El ex viceministro de la cartera laboral Ezequiel Sabor y el ex jefe de la Superintendencia de Salud Luis Scervino pueden dar fe que el ministro de Trabajo Jorge Triaca, fortificó su propia tropa tras aquella movilización, y al amparo de mejores números en la economía, comparados con lo peor de 2016. El mensaje del Ejecutivo "llegó" también a las centrales obreras, respecto a cuál sería el punto de tensión inaceptable para la Casa Rosada. No pasó demasiado tiempo para la aceleración de la estrepitosa caída del caudillo de la UOCRA en La Plata, Juan Pablo "Pata" Medina, una lluvia de menciones indirectas al titular del Suterh, Víctor Santa María, como también el recuerdo expreso a la fallida intervención de los canillitas que comanda Omar Plaini.

Todos eso y la reforma laboral que viene, forman parte de la reflexión sindical, que en la obligación de asumir su rol de "última frontera" contra el modelo económico neoliberal creen que les volcaron encima "descrétido a destajo" desde hace meses, como lamentó un referente de Azopardo a este diario .

De allí la relevancia expresa para que la comisión episcopal de Pastoral Social, con el obispo emérito Jorge Casaretto; el sacerdote Adalberto Odstrcil; el padre Jorge Luis Lagazio; el titular de la comisión de Justicia y Paz, Emilio Inzaurraga, y Félix Testone entre otros, "destaquen" sus reuniones con triunviros y mienmbros de la CGT, al mismo tiempo de extender sus brazos a las CTA que encabezan Hugo Yasky y Pablo Micheli. Estos últimos consideran que la Pastoral sea el "soporte" de una agenda inclusiva para el movimiento obrero, las organizaciones sociales y las centrales obreras. "Plantear un piso mínimo de cuestiones que deben ser respetadas por este Gobierno y que como derechos "no se pueden horadar", reseñó Yasky respecto al contenido troncal del encuentro con el clero.