La Federación de Docentes Universitarios Conadu enrolada en la CTA de los Trabajadores atraviesa un tenso cruce a raíz del planteo de una agrupación opositora que acusó a la actual conducción de tener «actitudes reñidas con la democracia sindical, como negar el uso de la palabra y cerrar micrófonos a les congresales».
Desde la conducción respondieron que todo se hizo en el marco estatutario y con la avenencia de un veedor del Ministerio de Trabajo. También les acusó de tener actitudes «divisionistas y antidemocráticas». Se picaron las elecciones.
El viernes se desarrolló el Congreso Extraordinario de la CONADU que sesionó de forma presencial en la casa de la militancia – H.I.J.O.S- en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (Ex Esma).
El evento contó con la participación de la secretaria de DDHH Avelina Alonso y el ministro de Educación de la Nación Jaime Perczyk , el diputado nacional y secretario general de la CTA Hugo Yasky , el secretario de DDHH Horacio Pietragalla, Charly Pisoni, presidente de H.I.J.O.S Capital y el cierre del secretario general de la CONADU, Carlos De Feo.
Según el oficialismo de la organización gremial «Durante el Congreso, se eligió la Junta Electoral de Conadu por amplia mayoría de congresales, con la participación de 20 asociaciones de base constituidas por: ADAI, ADEIUNAJ, ADIUNQ, ADOI, ADUFOR, ADULP, ADUNA, ADUNOBA, ADUNSE, ADUNTREF, AFUDI, AGDU, FEDUBA, COAD, SIDIU, SIDIUNLAR, SIDIUNT, SIDUNCU, SUDHUR y ADUNSADA.»
Sin embargo, desde otras agrupaciones denunciaron «irregularidades en la acreditación de delegades congresales».
Agregaron que no es la primera vez que pasa: «La conducción de Conadu reiteró e intensificó sus actitudes reñidas con la democracia sindical, como negar el uso de la palabra y cerrar micrófonos a les congresales.»
Otro punto es que desde la agrupación «16 de abril» aseguraron que 16 de los 32 sindicatos que integran la Conadu se retiraron del Congreso, hablan de «un modelo sindical agotado» y amenazan con la ruptura.
Este lunes, desde Conadu advirtieron por «prácticas divisionistas y antidemocráticas» y acusaron a la agrupación opositora de querer sembrar la idea de una ruptura.
«La controversia en cuestión, y que fuera esgrimida en el Congreso como el motivo de este escándalo – aunque llamativamente la agrupación 16 de Abril no lo explica en sus comunicados – no se produjo en relación con el número de congresales, que es el mismo que fue acreditado en el último Congreso Ordinario, como indica el Estatuto. Consistía en la situación de tres congresales titulares electos en los sindicatos de la Universidad Nacional de San Juan (SIDUNSJ), la Universidad Nacional de Avellaneda (ADUNA) y la Universidad Nacional Arturo Jauretche (ADEIUNAJ). En los tres casos, las nóminas presentadas desde sus Secretarías Generales excluían a congresales que, elegidos oportunamente por las personas afiliadas a esos sindicatos, no sólo tenían el derecho a ejercer su función sino que habían manifestado expresamente su voluntad de cumplir con su deber de representación, realizando requerimientos formales ante la Comisión de Poderes y encontrándose presentes en el Congreso. Negarles ese derecho hubiera implicado un acto ilegal y un quebrantamiento de principios básicos de la democracia sindical. Así lo entendió la Comisión de Poderes, y esa es la resolución que informó cuando un grupo de congresales, en lugar de permitir que el Congreso comenzara a sesionar y debatiera de manera ordenada todas las cuestiones que pudieran presentarse, resolvió irse del Congreso. Estas actuaciones constan en el Acta del Congreso, en el transcurso del cual estuvo presente todo el tiempo un veedor del Ministerio de Trabajo.», respondieron desde Conadu.
«El Congreso, que contaba con quórum, eligió sus autoridades y continuó sesionando con la presencia de representantes de 20 Asociaciones de Base, que finalmente procedieron al voto secreto de la única propuesta de conformación de la Junta Electoral que se presentó. El resultado de esa votación fue de 57 votos afirmativos y una abstención.», detallaron y agregaron que si las y los congresales que se retiraron se hubieran quedado podrían haber contado con su legítima representación en la Junta Electoral.
«La democracia exige, cuando se es minoría, asumir ese rol con responsabilidad. Pero es evidente que la intención de quienes se retiraron del Congreso era impedir que la votación tuviera lugar, y centrar su accionar en el ataque a la Federación.», concluyeron y los acusaron de divisionistas.
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