Desautorizado y surcado por las internas, el triunvirato de mando de la CGTextendería hoy su agonía e indefinición: oficializará el 22 de agosto como la fecha para la realización del Congreso Central Confederal, que elegirá a la nueva conducción.
En busca de forzar a un candidato de consenso, la central obrera se encamina casi inevitablemente hacia una nueva fractura. El único atajo que podría evitar hoy ese desenlace sería una suerte de unidad en rechazo del proyecto oficial de reforma laboral, que fue enviado el viernes pasado al Congreso y que ya generó resistencias.
Sin un dirigente capaz de reunir bajo un mismo techo a las por lo menos cinco tribus sindicales que pulsean por el control, la estrategia acordada por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña será agotar las negociaciones hasta el 22 de agosto.
Serán más de 100 días para tejer alternativas y explorar acercamientos. La resistencia a las modificaciones en la legislación laboral, sobre todo en cuanto al cálculo de las indemnizaciones, podría despejar diferencias que son hoy irreconciliables.
De acuerdo con las alianzas con otros gremios, Daer, el referente de "los Gordos", pica en punta para quedarse en soledad con el sillón de mando. La certeza sería mayor en caso de una eventual compulsa, midiendo la cantidad de congresales que pueda conseguir.
Pero la candidatura de Daer es rechazada por los seguidores de Hugo Moyano , Luis Barrionuevo y la Corriente Federal, el conglomerado de gremios que lidera el bancario Sergio Palazzo. Todos ellos se saben en minoría, pero su oposición al sector de "los Gordos" hizo tambalear las negociaciones y dilató una definición sobre el futuro de Daer.
"Hay un final abierto. No hay nada decidido y Daer no tiene para nada garantizada la secretaría general", aseguró un referente de los gremios del transporte, que reconoció que "no hay candidatos" y que "tampoco hay demasiadas alternativas".
La postura de "los Gordos" es diferente y se sienten ganadores a pesar de haber sumado rechazos a la candidatura de Daer. "Sería una boludez ir al Confederal a votar. No vamos a llegar a esa instancia. Todos sabemos cuántas manos podemos levantar", dijo un líder sindical de un importante gremio de servicios.
"Si no hay voluntad de un acuerdo, iremos a una elección", desafió Schmid hace unas semanas. La misma postura tendría el barrionuevista Acuña.
Con este contexto de atomización sindical, el presidente Mauricio Macri pidió acelerar el proyecto de reforma laboral en tren de bajar costos laborales y reducir la informalidad. La iniciativa se debate en la CGT en paralelo con la resolución de su interna.
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