Dragado y Balizamiento profundiza la protesta portuaria y moviliza a Cancillería

 Dragado y Balizamiento profundiza la protesta portuaria y moviliza a Cancillería

Dragado y Balizamiento aviva el paro de la Fempinra y suma una movilización a la Cancillería nacional

Dragado y Balizamiento, si bien forma parte de la Fempinra y hasta con el mismo líder, Juan Carlos Schmid, sumará al paro de la federación marítima de mañana una movilización a la Cancillería nacional por, según las propias palabras del principal dirigente, “inacción de los funcionarios que no resuelven encarar una política concreta”.

Entre los temas que plantea el Capitán, existe el ya dilatado reclamo del gremio sobre “la total intrascendencia de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables”, a donde apuntalan por, a la vez, no contar con el “apoyo ni recursos del Ministerio de Transporte”.

Con un argumento el cual ya tiene una base sustentable desde –prácticamente- desde el inicio de la gestión actual, cuando al comenzar en 2019, tardaron una infinidad en asignar autoridades para la resolución de cuestiones básicas.

Dicen que hay una “total” “indiferencia de las autoridades ante el peligro inminente de hundimiento de la flota estatal (más de 78mil Toneladas de material flotante), con grandes riesgos de contaminación y graves peligros en la seguridad de los tripulantes como en terceros que se encuentran en la vía navegable”.

El también secretario Adjunto de la CATT aseguró que “la falta de motivación del personal embarcado estatal surge de la inacción de los funcionarios que no resuelven encarar una política concreta”, y lo ejemplificó con “el balizador 562 B, que desde octubre-21 se encuentra amarrado en el Puerto de Concepción de Uruguay esperando la firma del convenio con la CARU para comenzar a realizar el balizamiento del Río Uruguay, tarea que hacen a la soberanía nacional”.

Salarios

Schmid también se refirió a la realidad inherente a lo salarial que existe en los puertos argentinos. Sobre esta problemática, el dirigente sumó que son “magros” y que en muchos casos, “en promedio no superan los $70.000”, lo que constituye una carrera casi perdida contra la canasta básica

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