Fuentes gremiales explicaron que el aumento del 59,5% “impacta desde el porcentaje, pero cuando se cobra en 7 cuotas se diluye ante el proceso inflacionario que estamos atravesando”. El mejora salarial anunciada por el inoxidable Armando Cavalieri se pagará: 6% correspondiente a abril, 6 en mayo, el mismo porcentaje en junio; 10% en agosto y otro 10 en septiembre; 11% en noviembre y 10,5 en enero de 2023.

El acuerdo es hasta marzo del 2023; muy lejos de la pauta trimestral que el propio Cavalieri se encargó de anunciar y que ni siquiera fue tenida en cuenta en la mesa de negociación desarrollada en el ministerio de Trabajo. Las bases sostienen que “un salario básico de $139.000 (con presentismo incluido) que recién recibiremos en enero del 2023 es un golpe al bolsillo, porque además el costo de vida sigue subiendo”.

Remarcaron que “desde el gremio se encargaron de instalar que iban a reclamar un 24% para el trimestre, pero la realidad indica que entre abril, mayo y junio sumamos apenas un 18%”.

El secretario General de los mercantiles justificó la negociación afirmando que "contempló el impacto de la aceleración de los precios de los primeros meses del año", y destacó "el diálogo con los directivos de las tres cámaras empresarias durante las negociaciones, en un contexto muy complejo y de gran incertidumbre".

Voceros gremiales del ámbito porteño salieron al cruce de las declaraciones de Cavalieri y aseguraron que “el acuerdo es vergonzoso, pero no nos sorprende nada de un dirigente que se jactó de no realizar ninguna medida de fuerza”. Hay que recordar que en septiembre se vence el mandato de la poderosa seccional Capital (SEC) y Cavalieri deberá definir si está para una nueva reelección a sus 87 años o define un sucesor.

Desde las bases ven un escenario parecido al que se dio en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) con el fin de ciclo de Antonio Caló, quien privilegió la negociación en el mantenimiento de los puestos de trabajo en lograr una mejora salarial, entre otros errores de conducción que le impidieron continuar al frente del gremio.

Con respecto a la cláusula de revisión, Cavalieri explicó que acordó con los representantes de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión de Entidades Comerciales (Udeca) “revisiones en función de la evolución y aceleración de los precios que afectan a todas las escalas salariales". Estas manifestaciones también fueron cuestionadas por las bases, porque “la cláusula de control inflacionaria está pautada para enero, casi al término del acuerdo, cuando se podría haber pactado dentro de cuatro meses y maquillar el fracaso que fue esta negociación”.

Comercio es el gremio con mayor cantidad de afiliados (se estima en 1.200.000 aproximadamente, aunque la pandemia y el cierre de negocios como Garbarino modificaron el número). Su universo laboral se puede fraccionar en tres grupos: los que cumplen 8 horas diarias, hoy con un básico de $ 80.000; el personal de 6 horas, que cobra $ 60.000 y los de jornadas de 4 horas con un inicial de $ 40.000. En los dos primeros segmentos se concentra la mayor cantidad de empleados.