Dirigentes del gremio mercantil conducido por Armando Cavalieri ven la mano negra de Alfredo Coto detrás del opositor Ramón Muerza, quien pretende quedarse con la conducción del SEC Capital. La gota que rebalsó el vaso fue el intento de Mario Amado, alfil de Muerza, de hacer caer el acuerdo con Carrefour que, al día de hoy, se cumple a raja tabla, sin despidos ni reducciones salariales. “A Muerza lo financia Coto”, disparó Oscar Tedesco, secretario gremial de Comercio, entrevistado por Gestión Sindical.
La noticia fue un cimbronazo por las consecuencias que podía traer. La cadena de supermercados Carrefour había presentado en abril un Proceso Preventivo de Crisis. Desde la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys) tuvieron que accionar inmediatamente para que la situación no perjudicara a los cerca de 19 mil trabajadores que dependen de la firma francesa. Contra todos los pronósticos, se alcanzó un acuerdo muy ventajoso que implicó que no haya despidos ni reducciones salariales. Pero semanas atrás, parecía empantanarse por una presentación judicial de un dirigente cercano a Ramón Muerza, polémico secretario de Organización del Sindicato de Empleados de Comercio de Capital y aspirante a suceder a Armando Cavalieri en la conducción del poderoso gremio. Finalmente, la justicia desestimó el pedido y legitimó lo pactado. Pero la maniobra indignó a la gran mayoría en el Consejo Directivo del sindicato, quienes ven la mano del empresario Alfredo Coto detrás de la feroz disputa.
Todo tiene que ver con todo: los hechos y el rol de los actores
“Una vez que firmamos el acuerdo, Mario Amado, subsecretario de Asuntos Internacionales de la Faecys, interpuso el 10 de mayo un recurso de amparo para hacer caer el acuerdo”, explica Oscar Tedesco, secretario gremial del SEC Capital y experimentadísimo dirigente sindical. Amado, ladero de Muerza, es delegado de los trabajadores del hipermercado Carrefour ubicado en la calle Warnes, en el barrio porteño de La Paternal.
¿Y por qué “Muerza es Coto”?
Muerza fue elegido a principios de 2008 (y reelegido en 2011) secretario de Organización del Sindicato de Empleados de Comercio. Se trata del área a través de cual se autorizan y organizan todas las elecciones de delegados de establecimientos. Antes de ello se había desempeñado “desde siempre” como delegado general del Hipermercado Coto. Algunos dirigentes del sindicato dicen con sarcasmo que “Ramón es como un hijo para Alfredo” (refiriéndose a la relación de extrema confianza entre Muerza y Coto).
“Alfredo Coto pretende no solo manejar la cámara de supermercados, sino también poner un hombre de él al frente del Sindicato de Empleados de Comercio. Muerza es financiado por Coto”, denunció Tedesco. Y advirtió enfático: “Los compañeros que estamos enrolados en el oficialismo vamos a impedir cualquier injerencia de los empresarios en la organización sindical”.
En ese sentido, informó que se tomarán medidas en relación al accionar de Amado. Tedesco pidió a la Faecys que se constituya el tribunal de ética superior y sindical para que sea expulsado, “debido a que él como miembro del secretariado no puede cuestionar las decisiones que éste toma dentro de los canales orgánicos que maneja la organización. Él es parte de la estructura”, comenta, y explica que “el consejo directivo se reunió con los miembros que representan a todos los sindicatos de comercio del país y determinaron que se firmara ese convenio”.
A su vez, grafica: “No puede entorpecer una decisión de la mayoría del cuerpo del cual él mismo forma parte. Es insólito. Es como que un subsecretario que dependa de algún ministro presente un amparo en contra de una decisión suya”.
El estado de situación
Más allá de los intentos de Muerza y de sus aliados, en el contexto de la campaña por las elecciones del gremio que se aproximan, hasta el momento, sus golpes de efecto no están teniendo resultado. La justicia contestó, una vez hecho el análisis, que el acuerdo de Comercio con Carrefour contemplaba los intereses de todos los actores y dio por nulo el amparo presentado.
Y hasta el día de hoy el pacto fue respetado en su totalidad. Además de evitar despidos y reducciones salariales, el acuerdo contempla retiros voluntarios (de hasta 150% del sueldo para los que están cerca de la jubilación), el pago del 50% de las carga patronales de la compañía a cargo del Estado por 18 meses, la reconversión de una docena de hipermercados en mayoristas y el cierre de las bocas de expendio que funcionan en locales en alquiler solo cuando venzan los contratos (y la reubicación de sus trabajadores en otras sucursales).
Otro traspié judicial
No es el primer intento de Muerza (¿y Coto?) de querer “limar” el poder de Armando Cavalieri. El año pasado había recrudecido su feroz campaña contra “el gitano”. Sin embargo, otro incidente con la Justicia lo dejó “recalculando”. Hace un año se produjo el hallazgo del insólito arsenal de armas en una sucursal de Coto, y Muerza quedó implicado (227 granadas, ubicadas dentro de tachos, 41 proyectiles de gases lacrimógenos, 27 armas de fuego, dos de lanzamiento, 3.886 municiones, 14 chalecos antibala, 22 cascos tácticos sin numeración, nueve escudos antitumulto, un gas pimienta y hasta un silenciador de armas). La cruenta guerra contra Cavalieri ya había empezado, y creían estar limando la legitimidad y la fuerza del veteranísimo dirigente. Pero no fue así. Ahora, el nuevo intento de hacer caer el acuerdo con Carrefour tampoco tuvo efecto. ¿Qué seguirá?
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