Grieta en la CGT, al pie de las urnas: negociar o endurecerse frente a la reforma laboral de Javier Milei

Grieta en la CGT, al pie de las urnas: negociar o endurecerse frente a la reforma laboral de Javier Milei

La mesa chica debatió en la UOCRA. Dos posturas: seguir en el Consejo de Mayo o cortar diálogo con el gobierno, previo al congreso que elegirá triunvirato.

 

Por José Maldonado

 

La CGT reunió este jueves a su mesa chica en la UOCRA para definir su estrategia frente a la reforma laboral, a pocos días del Congreso que elegirá la nueva conducción. El debate expuso las diferencias entre dialoguistas y duros: unos apuestan a negociar en el Consejo de Mayo, otros proponen romper con el Gobierno.

En el encuentro, que se extendió durante la tarde en la sede del gremio de la construcción sobre la avenida Belgrano, las dos posturas se enfrentaron sin llegar a un consenso. La decisión fue postergar un posicionamiento oficial conjunto hasta el Congreso del 5 de noviembre, cuando la nueva conducción asuma formalmente y pueda legitimar una estrategia unificada frente al oficialismo, que hoy tuvo la foto con los gobernadores para empezar a acordar las reformas.

En efecto, el encuentro en Casa Rosada giró en torno al paquete de reformas que quiere lanzar el Gobierno desde el Congreso, que incluye las leyes de reforma laboral, tributaria y del Código Penal.

Contra la reforma laboral

En un punto hay acuerdo total: la CGT rechaza de plano cualquier reforma que retome el DNU 70 o que implique retrocesos en derechos laborales. "No vamos a acompañar ninguna iniciativa contra los derechos de los trabajadores", ratificó Octavio Argüello, cosecretario general de CGT, antes del encuentro. Las diferencias están en cómo manejar la relación con el Gobierno en esta pulseada.

El sector dialoguista, liderado por Gerardo Martínez, secretario general de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) y representante de la CGT en el Consejo de Mayo, defiende que la central debe permanecer en esa mesa de diálogo hasta el final para moderar las propuestas más extremas del Gobierno. La estrategia apunta a evitar que el oficialismo avance sin consenso con una reforma que retoma el DNU 70, que fue frenado por la Justicia.

En la vereda opuesta, el ala dura que lidera Héctor Daer, secretario general del sindicato de Sanidad y cosecretario general de la CGT, cuestiona la utilidad de seguir sentado en una mesa donde "nadie del Gobierno dialoga". Octavio Argüello, otro de los cosecretarios generales de la central, reforzó esa postura: "Ahora no tiene ningún sentido estar sentado en esa mesa".

El gobierno, envalentonado

La tensión interna se profundizó tras el resultado de las elecciones, la contundente victoria de La Libertad Avanza y la derrota del peronismo. El triunfo parece haber envalentonado al sector más duro del Gobierno, que en los últimos días congeló un desembolso de 60 mil millones de pesos que había comprometido para las obras sociales sindicales, una presión que la CGT interpreta como un "apriete" para que ceda en la discusión sobre la reforma laboral.

La propuesta del Gobierno, presentada el 23 de octubre por el secretario de Trabajo Julio Cordero ante las comisiones del Congreso, incluye "salarios dinámicos" -que habilitan la negociación individual de sueldos por mérito- y la prioridad de acuerdos paritarios por empresa sobre los convenios colectivos de actividad. La CGT calificó esas iniciativas como "un delirio" y las comparó con la Ley Banelco del año 2000, que flexibilizó el mercado laboral en plena crisis económica.

La reforma laboral que impulsa el Gobierno también contempla la restricción de licencias para delegados gremiales en pymes, la eliminación de feriados, la reducción de días de asueto por actividad y la creación de un Fondo de Cese Laboral que reemplazaría el sistema clásico de indemnizaciones. Además, el ministro de Desregulación Federico Sturzenegger insiste con la limitación de las cuotas solidarias, esos aportes compulsivos que se descuentan a los trabajadores para financiar a los sindicatos, un punto que figuraba en el DNU 70 pero que no está en la agenda del Consejo de Mayo.

Nuevas autoridades en CGT

La disputa por la estrategia se entrelaza con la interna por la renovación de autoridades. El Congreso del 5 de noviembre en Obras Sanitarias elegirá el nuevo triunvirato de la CGT hasta 2029. El resultado electoral fortaleció al sector dialoguista de Martínez, pero las declaraciones de Argüello muestran que el ala dura mantiene peso. Entre los nombres que circulan para el triunvirato están Jorge Sola, Cristian Jerónimo (titular del Sindicato del Vidrio) y Maia Volcovinsky (secretaria adjunta del gremio de Judiciales).

El Consejo de Mayo, ese ámbito multisectorial del que participa Martínez en representación de la CGT junto a empresarios y gobernadores, trabaja en un proyecto de reforma que debería estar listo en diciembre para ser enviado al Congreso en sesiones extraordinarias. Pero la CGT teme que el Gobierno, envalentonado por su victoria electoral, decida avanzar por su cuenta con una versión más extrema.

La CGT tiene una semana por delante. En ese plazo deberá elegir nuevas autoridades en Obras Sanitarias y resolver si mantiene el espacio de negociación en el Consejo de Mayo o empieza a evaluar medidas de fuerza contra el Gobierno.

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