Los debates internos y la ausencia de ellos terminaron transformando a 2016 en un año de replanteo de esquemas y autoridades en las centrales sindicales. Primero se configuró el triunvirato de la CGT y ahora es el turno de conflictos en una de las ramas de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA). La vertiente autónoma, que conduce Pablo Micheli, entró en una dinámica de conflicto hace varios meses, un asunto que derivó en las últimas horas en una ruptura que podría partir a la central obrera en tres: la que conduce Hugo Yasky, la oficial; la de Micheli, la autónoma, y una tercera vía que se ha dado en llamar “CTA Perón”. El nombre tiene que ver con la mudanza que hizo buena parte de los gremios de relevancia de la CTA Micheli a un inmueble sito en la calle porteña de ese nombre.

“Micheli tiene que dar un paso al costado; ya no conduce la CTA”, le dijo a Letra P Hugo “Cachorro” Godoy, titular de ATE nacional, el gremio que era la columna vertebral de la CTA autónoma. Y agregó que “conducía sin que funcionasen los ámbitos de debate; si no da un paso al costado, esto se va resolver con una nueva elección y ahí se verá si conduce”.

La movida supone la migración de todo el Consejo Directivo y la Mesa Nacional desde la sede de la calle Lima hasta el inmueble de Perón.

Entre los que se alejan está Víctor “Tano” De Gennaro, uno de los fundadores en los ´90 de la CTA, un cuadro que hoy no tiene cargo en la central pero mantiene importante ascendencia en la línea que se muestra disidente. Están allí los Agentes de Propaganda Médica, que encabeza Ricardo Peidró; los gastronómicos, la Federación de Portuarios, Jerárquicos del Cuero y hasta los periodistas de la provincia de Córdoba agrupados en CTA.

Con un discurso más cuidado ante la gravedad del sisma, Peydró aseguró en declaraciones a FM Concepto que “lo que estaba faltando era libertad y democracia sindical, que era precisamente lo que fue eje en el nacimiento de la CTA”.

“No podemos ser diagnosticadores quejosos –agregó-; si queremos convocar un paro lo tenemos que hacer parando, incluso desde la debilidad. No podemos esperar los tiempos de otras organizaciones”.