De acuerdo al último informe de la consultora Diagnóstico Político (DP), en mayo se registraron 469 piquetes, lo que significa un leve repunte de 2% frente a abril, pero un abrupto descenso de 20% en relación al mismo mes del año pasado. 

Según DP, la caída en la cantidad de cortes de tránsito a nivel nacional también se reflejó en el acumulado anual: en los primeros cinco meses de 2017 hubo 1.880 piquetes frente a 2.776 de igual período de 2016, lo que arroja un descenso de 32%. 

Los dos distritos más conflictivos fueron nuevamente la provincia de Buenos Aires, con 92 interrupciones, y la Ciudad de Buenos Aires, con 64. Ambos presentaron bajas respecto a abril, aunque la más pronunciada fue la en el caso de la Capital, con una reducción de 16%. 

Para el director de la consultora, el politólogo Patricio Giusto, impactaron en la baja el "debilitamiento" de la CGT unificada para enfrentar al Gobierno con medidas de fuerza, la reelección de Roberto Baradel al frente del Suteba que convirtió los paros y marchas en amenazas y una merma de las movilizaciones y acampes de los movimientos sociales. La convocatoria callejera más sorprendente fue el repudio al fallo de la Corte Suprema de Justicia que habilitó el 2x1 para los criminales de lesa humanidad. "La manifestación sacudió el escenario político y derivó en un amplio consenso entre los diferentes partidos para la rápida aprobación, por parte del Congreso Nacional, de una ley que limitó los alcances del polémico e inesperado fallo del máximo tribunal", subrayó el especialista.

El tercer lugar del podio de conflictividad fue para Santa Cruz, con 45 piquetes en un mes. "En las horas previas (al acuerdo), la provincia fue un verdadero hervidero social. Sigue sin destrabarse el conflicto docente, tras un nuevo cuarto intermedio en las negociaciones y la amenaza de nuevos paros. En tanto, manifestantes de gremios estatales fueron desalojados por Gendarmería Nacional en la ruta nacional 3, a 10 kilómetros de Río Gallegos, donde ATE mantenía un corte en reclamo salarial. Hubo seis manifestantes afectados por gas pimienta y lacrimógeno, al tiempo que dos sindicalistas fueron detenidos. A raíz de los hechos, ATE activó una serie de piquetes en varios puntos de la provincia, repudiando la represión", destacó el reporte.

Neuquén fue otra de las provincias donde se notó la conflictividad, con 38 cortes. "Es otro distrito que sigue exhibiendo un verdadero desborde desde el punto de vista sindical y social", aseguró el trabajo de seguimiento realizado en forma ininterrumpida desde enero de 2009. Más atrás, se ubicaron: Santa Fe (28); Tucumán (23, con un explosivo aumento de 109% protagonizado por trabajadores de la industria del limón, organizaciones sociales, grupos de desocupados y despedidos de papeleras); Entre Ríos (20); Misiones (17), y Jujuy (16). Las provincias que menos cortes contabilizaron fueron San Luis (1), San Juan (2) y Santiago del Estero (2).

Los empleados estatales se mantuvieron cómodos en el primer lugar de los reclamos, con 132 piquetes, seguidos por las organizaciones sociales (66), que treparon tres posiciones en relación a abril. En el tercer lugar volvieron a posicionarse los vecinos autoconvocados (63), aunque con una marcada baja en su incidencia global durante los últimos meses. Cuartos quedaron los trabajadores privados con 60 y tras el cierre de las principales negociaciones salariales, seguidos muy de cerca por los grupos de desocupados y cesanteados (58), de fuerte presencia en conflictos en el interior del país. Completaron la tabla de cortes las fuerzas político-partidarias (50) y los actores minoritarios (40).

El techo paritario de 20% que propuso el Gobierno nacional se impuso como norma general a la hora discutir mejores salarios. Con pequeños matices porcentuales y cláusulas gatillo ante una disparada inflacionaria, los principales gremios acordaron sus nuevos convenios. UPCN, Uocra, Comercio, gastronómicos y estacioneros, entre otros, no superaron el 24% en dos o tres tramos.