El vínculo con la CGT abre oportunidades y riesgos para el FR

La conducción gremial le permitiría a Massa tallar en el PJ; reparos por la agenda sindical

 

"En los temas que coincida los voy a apoyar, y en los que no los voy a cuestionar con más dureza que antes", dice Sergio Massa cuando le preguntan por la relación directa que quedó planteada entre la nueva cúpula de la CGT y el Frente Renovador (FR), que tiene a dos legisladores en el triunvirato de la conducción: Héctor Daer, del gremio de sanidad y diputado nacional, y Carlos Acuña, de las estaciones de servicio y diputado bonaerense.

En rigor, casi son tres: Juan Carlos Schmid, de Dragado y Balizamiento y referente del moyanismo en la nueva CGT, estuvo cerca de ser candidato a diputado del Frente Renovador por Santa Fe en las últimas elecciones. De todos modos, el vínculo siempre oscilante entre Massa y el moyanismo es más fuerte por otro lado: Facundo Moyano, secretario adjunto de la nueva conducción sindical, también es diputado nacional del Frente Renovador.

Por eso, Massa ya les avisó a sus socios sindicales que, cuando surjan diferencias con la CGT, él las sobreactuará: en Tigre saben que, de ahora en más, cada protesta o reclamo de los gremios que resulte antipático para el Gobierno será presentada por Cambiemos como un "palo en la rueda" de Massa. El tigrense ya demostró su sensibilidad ante esos sablazos. Por caso, el diputado del FR todavía no olvida que semanas atrás el presidente Mauricio Macri lo tildó de "ventajero".

De todos modos, en el FR no creen ver conflictos en el corto plazo: observan que la nueva conducción de la CGT será de "propuestas antes que de protestas".

"Siempre te van a acusar de algo cuando pedís respuestas o planteás una protesta. Nosotros como CGT tenemos que transmitirle al Gobierno las inquietudes de los trabajadores. Si no hay respuestas habrá reclamos, así fue siempre", sostuvo Acuña, cercano al líder gastronómico, Luis Barrionuevo, que a su vez está casado con la diputada Graciela Camaño, espada parlamentaria de Massa. La mujer de Acuña, Blanca Cantero, también enrolada en el FR, preside el Concejo Deliberante de Presidente Perón.

Pese a ese vínculo múltiple, Acuña no ve demasiados bemoles en su doble rol.

"En la CGT se defienden los intereses de todos los trabajadores, cualquiera sea su partido. Pero también los trabajadores tenemos que meternos en los partidos, en los concejos y legislaturas, porque si no nunca vamos a poder equilibrar la balanza", señaló el gremialsta a este diario el pasado domingo, antes de iniciar el acto por el Día del Niño de su sindicato, en el Luna Park. Minutos más tarde, invitaba a Massa a subir al escenario. "Es el séptimo año que participamos de esa fiesta", se atajaron en el FR.

Operaciones

"Cuando encarás una protesta, las operaciones políticas y mediáticas aparecen en todos lados. Esta conducción de la CGT no va a hacer locuras: sólo actuaremos cuando exista consenso social para hacerlo", dijo a LA NACION Daer, el más tajante en demarcar territorios con Massa: "Sergio no se va a meter bajo ningún punto de vista en la CGT. Olvidate. Ni la CGT se va a partidizar ni yo voy a alterar mi autonomía dentro del bloque del FR", agregó.

"Los tres vamos a tener que manejarnos sobre equilibrios delgados", repite Massa y pone como ejemplo otro caso de doble representación en su bloque: el del diputado José Ignacio De Mendiguren, dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA).

"Cuando no estuvimos de acuerdo votamos distinto. Por ejemplo, con la doble indemnización y la ley pyme, que la UIA no quería", señala el líder del FR.

En Tigre disimulan por ahora las oportunidades políticas que surgen de la mano de la nueva conducción gremial, que a la vez que le plantea al líder del Frente Renovador la necesidad de buscar un equilibrio frente a las demandas sindicales le abrirá una ventana para estar presente -sin tener que decir presente- en las conversaciones por la reconstrucción del PJ.

Así y todo, cerca de Massa no dejan pasar la oportunidad de sacar pecho por la dimensión de sus aliados en la CGT: "Nosotros reconocimos el valor de los gremialistas que Cristina Kirchner expulsó, y los potenciamos".

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