La carta de Cristina Kirchner divide al sindicalismo: algunos la elogiaron y otros advirtieron que es una señal de que “irá por el Presidente”

La mesa chica de la CGT debatirá esta tarde las implicancias del mensaje de la Vicepresidenta. En el encuentro tratarán de unificar criterios sobre la relación con el Gobierno e intentarán superar el conflicto con uno de sus cotitulares, Carlos Acuña

 

Los sindicalistas encontraron en las últimas horas un nuevo motivo para estar divididos: la carta de Cristina Kirchner en la que dijo que el freno de la economía es “agobiante” y que “hay funcionarios y funcionarias que no funcionan”.

Las implicancias del texto de la vicepresidenta se debatirá esta tarde, a las 15.30, en la sede de UPCN, Moreno al 1300 de esta Capital, en un encuentro clave de la mesa chica cegetista: formalmente se analizará la situación socioeconómica, pero también se tratará de unificar criterios de cómo afrontar la relación con el Gobierno y cómo limar asperezas internas luego de los cortocircuitos que hubo entre algunos dirigentes por la organización del acto del 17 de octubre en la sede de Azopardo 802.

Sin embargo, el grupo de Whatsapp de la dirigencia cegetista ardía anoche por los comentarios e interpretaciones sobre qué se propuso Cristina Kirchner con esa carta en la que se diferencia de Alberto Fernández y lo responsabiliza por el momento actual.

Hubo gremialistas que aplaudieron la idea cristinista de convocar a todas las fuerzas políticas y los actores sociales para llegar a un acuerdo que “resuelva el problema de la economía bimonetaria”. Sobre todo, porque lo imaginaron como la antesala de lo que la CGT viene reclamando desde hace meses: una mesa de concertación para transformarlo en el futuro en un Consejo Económico y Social que defina políticas para el desarrollo.

Cristina Kirchner, con dirigentes de la CGT en 2012

Sin embargo, también hubo algunas voces sindicales que relacionaron la carta de la vicepresidenta con una forma de tomar distancia del rumbo del Gobierno y dejar en claro que cualquier empeoramiento de la crisis no será su responsabilidad.

Coincide con esa mirada el sector que responde al líder del sindicato gastronómico, Luis Barrionuevo. En la reunión de la CGT de esta tarde, estará presente a través de Carlos Acuña, uno de sus cotitulares, quien había discutido con sus colegas por haber estado en desacuerdo con la fuerte influencia kirchnerista en la organización del acto por el Día de la Lealtad y por la participación del dirigente piquetero Esteban Castro en el encuentro de la central obrera con la misión del FMI.

Para un dirigente barrionuevista, “Cristina Kirchner, quien nunca se hizo cargo de nada ni lo va a hacer ahora, puso en claro que no defenderá a los funcionarios del gabinete de Alberto Fernández y es más: insinuó que irá por el Presidente”.

Este clima de ebullición interna no impedirá que esta mañana, a las 11.30, el otro cotitular de la CGT, Héctor Daer, presida un acto en el que se colocará un busto de Néstor Kirchner en la planta baja del edificio de Azopardo 802, una iniciativa de la Regional Oeste de la central obrera, cuyo titular es Walter Correa, jefe del gremio de Curtidores y diputado kirchnerista.

De esta forma, la CGT también le brindará un homenaje al ex presidente en el décimo aniversario de su muerte, aunque se dará en un momento de la central obrera en la que el antikirchnerismo de Acuña puso al rojo las relaciones internas.

Acuña fue el único orador del acto alternativo y disidente del 17 de octubre, presidido por Eduardo Duhalde y Luis Barrionuevo, y allí advirtió que “no hay que ser alcahuete de turno: lo que no está bien, no está bien, y el pueblo argentino hoy no está nada bien”. También sostuvo que “no puede ser que un trabajador que gana 40 mil pesos es pobre y el que gana 50 mil paga el Impuesto a las Ganancias” y que “el Gobierno se tiene que hacer cargo de que hay que dar trabajo”.

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