La “caza de votos” para las generales reaviva la interna en el gremio ATE

La “caza de votos” para las generales reaviva la interna en el gremio ATE

Sectores cercanos a Unidad Ciudadana admiten que buscarán seducir a los votantes de Víctor de Gennaro y Pablo Micheli, que no lograron pasar las PASO. Pero desde el oficialismo de sindicato desmienten cualquier tipo de acuerdo. “Queremos más pluralidad en el Congreso, romper la polarización”, afirman.

Con el triunfo confirmado de Cristina Fernández de Kirchner, se relanzó la campaña electoral, con el objetivo de aumentar el caudal electoral, tanto en el espacio de Unidad Ciudadana como el oficialismo provincial. En este contexto, desde el kirchnerismo ya apuntaron a un sector para recolectar nuevas voluntades: el movimiento obrero organizado. Es que al menos dos expresiones de este sector quedaron fueron de las PASO tienen una fuerte impronta sindical: el frente Creo de Pablo Micheli y el Frente Socialista Popular (FSP) de Víctor de Gennaro. Ambos espacios pueden aportar a los espacios de raíz peronistas, aunque en esa especulación entre un factor adicional: la interna del gremio estatal, que sigue abierta desde hace unos años y que terminó fracturando la CTA Autónoma. Por el momento, esos votos se los disputan el kirchnerismo, con menos posibilidades, el randazzismo y hasta el frente 1País.

Sumados de lleno a la campaña de Unidad Ciudadana, los sectores de la Verde y Blanca de ATE saben que los votos de De Gennaro y Micheli son esquivos al ex oficialismo. Así lo admiten en el sector, que pese a esto buscarán un acercamiento, lo mismo que los votos que puedan salir de la CGT. En este camino, el compañero de fórmula de Cristina Fernández de Kirchner, Jorge Taiana hizo un llamamiento a “una mayor participación” de la central obrera, que alejada de la contienda electoral hoy busca mejorar su relación con el gobierno nacional en un escenario complejo e inestable. Las viejas diferencias con los dirigentes cegetistas, que fueron uno de los focos de conflicto en la gestión anterior, no están saldadas, y pocos confían en que en el actual panorama se puedan resolver.

En cuanto a los votos de De Gennaro y Micheli, a priori no parecen cercanos a la ex presidenta. Pero la política del macrismo genera rechazo en el seno del gremio estatal, y puede ser un catalizador para acercar votos, sueltos, a Unidad Ciudadana. “No vamos a hacer ningún pronunciamiento oficial, queremos más pluralidad en el congreso y para eso debemos romper a polarización”, le dijo a Gestión Sindical una fuente del espacio de De Gennaro, que de esta manera descartó cualquier tipo de acuerdo. El espacio rompió con Micheli por el control de la CTA Autónoma, y dividieron el voto del espacio. La enemistad de ambos dirigentes se mantiene alta, y no hay factores de entendimiento que aparezcan en el horizonte. “Por el momento, no hay chances de mejorar las relaciones”, admiten.

Para el espacio de Micheli, que compartió su suerte electoral con Fernando Solanas, el acercamiento en 2018 a la CTA de los Trabajadores puede ser un factor a la hora de decidir el voto. En el espacio tampoco harán pronunciamientos formales, a lo sumo se sumarán a actividades en común. “Hay intenciones de cristalizar la unidad entre las partes, pero no significa un apoyo electoral”, aseguraron cerca de Micheli, ante la consulta de Gestión Sindical. Por el momento, las diferencias entre las tres vertiente de los estatales son demasiado fuertes y superan cualquier tipo de acuerdo electoral. Si bien todos admiten que las diferencias con las políticas macristas son un común denominador, los roces generados por los años de diferencias gremiales son todavía “insalvables”.

En este escenario, los ojos del randazzismo están puestos en estos dos espacios. No le alcanzó para levantar la vara electoral la cercanía con el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que podría traccionarle votos, pero que apenas se dejó ver en la campaña. El apoyo de Sergio Sasia, de la Unión Ferroviaria, no alcanzó para desplegar un espacio gremial de fuste, y por eso cerca del ex ministro de Transporte buscan los espacios estatales como alternativa. Aunque cierto discurso “anti obrero” durante su gestión en el kirchnerismo le juega en contra, sobre todo en Creo, donde Solanas es un abierto crítico a lo realizado al mando de los trenes nacionales.

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