Crece el debate sobre la reducción de la jornada laboral

Crece el debate sobre la reducción de la jornada laboral

El titular de la Asociación Bancaria (AB) y precandidato a diputado nacional por el Frente de Todos, Sergio Palazzo, reavivó el debate sobre la reducción de la jornada laboral para recuperar empleos en la pospandemia, y respaldó la propuesta de los legisladores oficialistas Hugo Yasky y Claudia Ormaechea.

“La reducción de la jornada laboral tiene antecedentes históricos, regionales y mundiales. Si se analiza desde el punto de vista del crecimiento de la productividad como consecuencia del impacto del avance tecnológico, ello ocurrió manteniendo o perdiendo salario en el Gobierno de Mauricio Macri”, afirmó Palazzo.

Palazzo recordó que la productividad se triplicó con igual salario constante al ritmo del proceso inflacionario y la misma cantidad de personal, por lo que “su exceso fue a un solo lugar con capacidad de renta: a las empresas”. “Sería oportuno que los empresarios ganasen un poco menos y generen a partir de la reducción horaria un camino para la recuperación del empleo”, afirmó el dirigente, quien se opuso a las concepciones del titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, al señalar que en ningún país se produjo “una rebaja salarial al reducir las horas de labor sino que, por el contrario, hubo una mejora de la productividad”.

Para Palazzo, los empresarios ya tienen cubierto el aspecto económico, porque durante el Gobierno de Macri “se perdió el 24,4% del salario de los trabajadores, por lo que generaron una acumulación de ganancia no propia”, y desafió a Funes De Rioja a reintegrar ese 24% o a otorgar el beneficio de reducción de la jornada laboral.

“Afirmar ahora que es necesario disminuir los salarios es decirle a los trabajadores que paguen entre ellos los puestos de empleo que se generan en lugar de hacerlo los empresarios a partir de la tasa de rentabilidad que produjeron”, enfatizó el dirigente.

La iniciativa de reducir la jornada laboral tuvo apoyos dispares dentro del gobierno. La titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social Fernanda Raverta abogó por dar un debate en el Congreso Nacional y recordó que “el objetivo” del Gobierno nacional “es generar más y mejores trabajo”, mientras que el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, fue uno de los que planteó dudas.

“La reducción de la jornada laboral -dijo Raverta- se instaló como una de las grandes discusiones de la campaña electoral y apoyo la posibilidad de dar el debate dentro del Congreso de la Nación. Hay que construir una síntesis necesaria para instrumentar legislativamente las definiciones normativas”. Para Raverta, se necesita “un Poder legislativo que tenga muchas voces para que el círculo virtuoso de la economía nos permita que asalariados y jubilados puedan estar siempre con un poco más capacidad de compra”.

Kulfas recordó la semana pasada: “En muchos de los países donde se ha implementado, lo que había era una reducción de la jornada laboral junto con una reducción proporcional del salario”, a la vez que consideró que una medida de tal índole en la Argentina es “impensable” al no tener “salarios altos” para que “todos trabajen menos” y evitar, así, problemas de desempleo.

“Sobre todo entre 2018 y 2019 hubo una reducción tremenda del salario, con lo cual, esto que algunos plantean como posible, es impensable”, evaluó Kulfas, quién estimó que, si no se modifica el salario, una reducción “de 8 a 6 horas, equivale a aumentar el salario horario un 33%”. “Seguramente muchas empresas pueden absorber ese costo pero seguramente muchas pymes no”, sentenció, y remarcó que en un “escenario inflacionario” existe riesgo de que si se “hace de golpe, se traslade ese mayor costo laboral a los precios”, diluyendo así el efecto.

La diputada nacional del Frente de Todos Fernanda Vallejos es una de las que apoya la iniciativa que es “un instrumento capaz de apalancar la generación de empleo y mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y sus familias”.

Según Vallejos, el cambio permitiría “una mayor justicia distributiva y la ampliación de los mercados de consumo en términos macroeconómicos, a partir del aumento de la participación de la masa salarial”.

“Algunos la pasan mal porque trabajan y no les queda tiempo para vivir y otros la pasan mal porque no tienen trabajo y no pueden vivir al no tener ingresos. Eso hay que discutirlo seriamente y hay que corregirlo”, sostuvo.

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