Primero tendrán una reunión con le ejecutivo para escuchar las respuestas al pliego de reclamos que dejaron el jueves. Más tarde, en Azopardo, definirán la postura. Se sondea la posibilidad de un paro para después del 20 de junio.
Los principales popes sindicales señalaron que el nuevo encuentro con las autoridades del gobierno -luego de la ronda inicial del jueves último en la Casa Rosada- se realizará mañana en la cartera de Trabajo, aunque no confirmaron la hora.
“La CGT no fue convocada aún formalmente a la nueva reunión de mañana. Lo único que sabe el consejo directivo es que esta vez se realizará en Trabajo y no en Gobierno, aunque todavía se desconoce el horario”, puntualizaron voceros cercanos al triunvirato de conducción que integran Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña.
El jueves último, la delegación sindical presentó un petitorio de cinco puntos al vicejefe de Gabinete, Mario Quintana; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el jefe de Gabinete del Ministerio de Trabajo, Ernesto Leguizamón, y reclamó “una norma concreta que evite los despidos y suspensiones públicas y privadas durante seis meses y la reapertura de las negociaciones paritarias ya cerradas y sin límites”.
También exigió esa condición para las paritarias que aún se discuten; la eliminación del impuesto a las ganancias sobre la cuarta categoría para abonar el aguinaldo de este mes: la urgente y total devolución de los fondos de gastos de salud de las obras sociales -para lo que ya habría un principio de acuerdo- y la firma de un compromiso para que no se produzcan modificaciones en la Ley de Contrato de Trabajo (LCT).
La central deliberó el jueves último durante tres horas y decidió un cuarto intermedio a la espera de una respuesta oficial antes de determinar en la nueva reunión de consejo directivo de las 17 de mañana, en Azopardo 802, si convoca o no a un paro general.
El gobierno ya decretó la posibilidad de un aumento salarial del 5 por ciento adicional sobre el 15 ya acordado por la mayoría de las organizaciones sindicales en las paritarias.
La CGT ratificó ayer su solidaridad con los gremios en conflicto como camioneros, que ya decidió una huelga nacional para este jueves; alimentación, impositivos, aduaneros y los sindicatos de la Patagonia, en especial a partir de la situación social en Chubut.
Héctor González, titular del Sindicato Luz y Fuerza Regional Patagonia y muy próximo al camionero Hugo Moyano, aseguró que la posibilidad de declarar una huelga nacional se definirá mañana en el consejo directivo, aunque adelantó su respaldo a la protesta para el caso de que “no se produzca una respuesta oficial positiva”.
González, quien integra la conducción de la CGT, aseguró que “estas son horas de enorme responsabilidad para el gobierno en relación con las respuestas que requieren los trabajadores”, y señaló que el movimiento obrero hizo “todo lo posible para que se abriese una mesa de diálogo, pero hay posibilidades de ser empujado a una huelga”.
“La Patagonia, en particular, está al borde de un ‘chubutazo’. La provincia está paralizada y destruida, por lo que si no hay respuestas se reclamará un paro nacional. Hay regiones del país que la están pasando muy mal y no se puede especular”, afirmó el dirigente.
Al referirse a la realidad energética y a los cortes de suministro eléctrico en las escuelas chubutenses, explicó que 30 o 40 establecimientos en Trelew, al menos, continúan en riesgo de “grado 4”, el más elevado del escalafón, por lo que “la justicia ordenó cortar la luz para no arriesgar vidas”, y añadió que “la provincia adeuda unos 380 millones de pesos desde hace cuatro años a las cooperativas, lo que evidencia el escenario”.
La Corriente Federal de Trabajadores (CFT) del bancario Sergio Palazzo reclamó a la CGT “la urgente convocatoria a un paro nacional y a un plan de lucha general”, en tanto el triunviro Acuña había ya afirmado que “sin respuestas positivas habrá huelga”.
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