Más de 50 gremios consideran que el transporte, alimentos y educación crecieron por encima del promedio oficial. Reclaman un plan para recomponer ingresos y advierten que el dólar subió 13% con impacto no reconocido en el costo de vida.
La Mesa Sindical, que agrupa a organizaciones de distintas centrales, volvió a poner en duda las cifras oficiales sobre el incremento sostenido de precios. Según el último dato difundido por el Gobierno, la inflación de julio alcanzó el 1,9% y el espacio gremial la calificó de “poco creíble”.
“La mayoría no lo cree. La diferencia entre la inflación oficial y la real es del 20%”, expresaron a BAE Negocios. Esa diferencia, afirmaron, “es la que nos deben a todos los trabajadores y trabajadoras, jubilados y jubiladas, beneficiarios de los subsidios por discapacidad y otros beneficios en el ámbito de la salud”.
A través de un documento que suscribieron las 50 organizaciones que componen la mesa aseguraron que muchos trabajadores tienen sus paritarias “pisadas”, incluso cuando se alcanza un acuerdo entre gremios y empresas. Según la Mesa, el propio Estado presiona para que los sindicatos firmen por debajo de la inflación oficial, lo que profundiza la pérdida salarial e impide mejorar los ingresos de trabajadores no registrados
En respaldo de su planteo, remarcaron que los propios datos del Gobierno muestran que rubros como transporte, comunicaciones, otros bienes y servicios, alimentos y bebidas no alcohólicas, educación y recreación superaron o igualaron el índice general. Además, los gastos de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, así como el equipamiento del hogar, se ubicaron apenas por debajo. En varias regiones del país, la inflación oficial fue incluso más alta que el promedio nacional.
El comunicado sumó otro punto crítico: el dólar aumentó un 13% en el mismo período, pero el Ejecutivo “pretende convencer de que la incidencia sobre el costo de vida fue casi nula”. Para la Mesa Sindical, “los trucos y malabares para esconder que el aumento de precios es mayor al asumido por el Gobierno no engañan a nuestros bolsillos”.
¿Qué otra cosa puedo hacer?
En ese marco, la Mesa anunció que continuará el diálogo con otros espacios sindicales y sociales, así como con legisladores, para “dotar a este reclamo de mayor volumen social” y buscar mecanismos que permitan revertir “esta injusticia generada por una desactualización desembozada del tipo de gastos que tiene la familia argentina en el presente”. Según subrayaron, el Gobierno “no quiere reconocer” la inflación real porque ello “develaría con claridad” el fracaso del plan oficial.
Entre las organizaciones firmantes se encuentran la Federación de Aceiteros (FTCIODyARA), la Federación Judicial Argentina (FJA), la Asociación del Personal Jerárquico de Bancos Oficiales (APJBO), la Asociación del Personal Jerárquico de la Industria del Gas (APJGas), CTERA, la Asociación Judicial Bonaerense (AJB) y otros sindicatos de alcance nacional y provincial.
El reclamo de la Mesa Sindical, que como confiaron dirigentes que la integran, también incluye su debate gremial sobre la “crisis de representatividad sindical y política ante los sectores populares”, se suma a una agenda creciente de conflictos por la pérdida del poder adquisitivo frente a la inflación. En las últimas semanas, gremios docentes universitarios, el Sutna y sindicatos industriales han denunciado que el Ejecutivo busca cerrar acuerdos por debajo de los índices reales de precios, mientras se multiplican las medidas de fuerza en defensa de salarios y condiciones laborales. Esta convergencia de reclamos refleja un escenario de conflictividad que trasciende sectores y que, según advierten dirigentes gremiales, podría derivar en acciones coordinadas a nivel nacional si no hay respuestas concretas del Gobierno.
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