El jueves de la semana pasada se realizaron las elecciones en la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA), y el resultado a nivel global, más allá de los números que arrojaron los comicios, es un claro debilitamiento del poder de Luis Barrionuevo.

Después de muchos años, el histórico líder gastronómico recibió una fuerte oposición en varias seccionales del gremio, algo que sin dudas representa un nuevo mapa político.

La mayor pelea electoral sin dudas se dio en Capital, donde además las disputas sindicales se vieron mezcladas con las familiares: Barrionuevo se separó de su esposa, la diputada Graciela Camaño y hermana de Dante. Y enseguida respaldó una lista opositora a quien fuera su cuñado liderada por Humberto Ballhorst, ex secretario de Organización de la seccional porteña.

Escándalo en Capital y derrota en Mar del Plata

En esa seccional todo terminó en un cruce de acusaciones entre el líder del gremio a nivel nacional, y su ex cuñado y titular de la filial porteña, Dante Camaño, quien se presentó para renovar mandato.

A la suspensión de las elecciones en la seccional porteña hay que sumarle la pérdida de la relevante filial Mar del Plata, una de las mayores muestras de cómo empieza a tambalear el poder que hasta ahora ostentaba Barrionuevo.

En Capital, Camaño denunció que «la Junta Electoral la maneja Barrionuevo y es presidida por su chofer, Juan Otero. La suspensión fue una maniobra para impedir una segura derrota democrática». De esa forma, se refirió a la intervención de la Junta Electoral de CABA por parte de la Junta Electoral Central que responde a la conducción nacional del gremio.

Fue por eso que el ex cuñado de Barrionuevo continuó con los comicios y su corriente obtuvo, según informó el propio dirigente, «el 80 por ciento de los votos, de acuerdo a la información de los presidentes y fiscales de mesas».

Mientras tanto, en Mar del Plata -base de operaciones de Barrionuevo en las temporadas veraniegas- la lista oficialista fue derrotada en manos del candidato apadrinado por Facundo Moyano.

La CGT, atenta a la situación en Gastronómicos

Toda este escenario electoral, al igual que las diferentes peleas que se dieron dentro de Gastronómicos, fueron seguidas muy de cerca desde la CGT, donde consideran que lo que ocurra en el gremio tendrá consecuencias internas sobre los equilibrios de la central obrera.

Antes de las elecciones de renovación de autoridades de la CGT, Barrionuevo había sumado apoyo de Omar Maturano (La Fraternidad) y a Roberto Fernández (UTA) y se escudó con históricos enemigos de Hugo Moyano.

Esto le posibilitó seguir pisando fuerte dentro del movimiento obrero. Y cuando estaba todo encaminado a que se elija un triunvirato con Héctor Daer, Pablo Moyano y Antonio Caló a la cabeza, el gastronómico logró al final desplazar al metalúrgico y ubicar en su lugar a Carlos Acuña, uno de sus hombres de confianza.

Pero corren rumores de que Hugo Moyano habría llamado a Camaño, lo cual hace suponer que podría tambalear el acuerdo con Acuña, quien de hecho casi no aparece por la central obrera, ni tampoco participó de la cumbre con el ministro de Economía, Martín Guzmán.

Barrionuevo y Camaño, ahora en la Justicia

El enfrentamiento con Camaño sigue ahora en el plano burocrático y judicial, un ámbito donde Barrionuevo se mueve cómodo y donde prevalece su alianza con el radical Enrique «Coti» Nosiglia.

Pero a su distancia con el Gobierno hay que sumarle el hecho de que Graciela Camaño, ahora su ex esposa y hermana de Dante, forma parte del influyente del Consejo de la Magistratura.

Por todo este contexto es que muchos interpretan que éste podría ser el principio del fin del poder de Barrionuevo, que suma el quiebre de su gremio a las divisiones familiares y a una mayor oposición al poder que construyó durante décadas.