Por: Jorge Duarte.

Como en muchas otras actividades, el sector petrolero se vio severamente afectado por la pandemia que, desde el mes de abril a la actualidad, hizo sonar varios indicadores que generan preocupación, a pesar de un incipiente repunte. La caída de la producción, obvia por las restricciones sanitarias, tuvo un impacto directo en el ámbito laboral, con suspensiones y retiros voluntarios, que se montaron sobre los intentos de modificación de los convenios colectivos de trabajo.

El derrumbe fue global. Se vio reflejado en la perforación, pero también en la distribución y en el refinamiento. Al impacto de la pandemia se le sumaron la caída del valor de los precios internacionales del petróleo y el congelamiento de las tarifas. Un combo de alta complejidad.

Para graficar la situación la consultora Trabajo Global en su informe energético del mes de julio registró que se redujeron a su mínima expresión las perforaciones y fracturas en Vaca Muerta, desde el inicio de la pandemia. Vaca Muerta, claro está, es un termómetro de lo que sucede a nivel general en el sector petrolero, que tiene actividad en numerosas provincias como Chubut, Formosa, La Rioja, Santa Cruz, San Juan, Mendoza y La Pampa.

El trabajo explica que la métrica que mejor refleja el termómetro de la actividad petrolera, en general, son las etapas de fracturas que se realizan en las ramas laterales de los nuevos pozos para incentivar la producción, en este caso. Esas cifras en marzo, antes de la cuarentena, llegaban a 431 pero, en abril dio cero, y "esto tuvo que ver con la estricta cuarentena", explica el informe. Ahora bien, aunque en los meses siguientes se presumía un potencial repunte, el balance de julio frenó las expectativas y marcó un nuevo retroceso.

El indicador es una señal de lo que también sucede en el ámbito laboral del sector que, en los últimos tiempos, se vio convulsionado por intentos de modificación de los convenios colectivos, retiros voluntarios, paritarias demoradas, y pérdida de puestos de trabajo.

Petróleo pandemia y después

InfoGremiales dialogó con tres de los principales referentes sindicales de los petroleros que ofrecieron un panorama del sector. Empezaron a vislumbrar el fin de la incidencia del acuerdo para suspender masivamente operarios, firmado con el artículo 223 de la Ley de Contrato de Trabajo y que puso en cuarentena miles de trabajadores con salarios reducidos.

Para Pedro Milla, secretario General de la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles (FaSiPeGyBio), cuya entidad representa a buena parte de los trabajadores petroleros  de las ramas de gas y biocombustibles, refinamiento y perforaciones, "el acuerdo con el artículo 223 de la Ley de Contrato de Trabajo, dejó más de cuatro mil trabajadores stand by en la casa, y estamos tratando, de a poquito, subir la gente a los yacimientos, esto es por la pandemia que nos lleva a trabajar con la guardia mínima".

En el mismo sentido Guillermo Pereyra, secretario General del Sindicato de Petroleros de Río Negro, Neuquén y La Pampa, explicó que por esa medida "tenemos en la casa 13 mil compañeros" y agregó que cuando su vigencia finalice "no vamos a firmar otro acuerdo porque creemos que están en condiciones de empezar a salir todos a trabajar". Para el ex senador "cuidando el protocolo puede salir la gente a trabajar, tendrá que rotar para que no se junten todos, esto se lo queremos plantear a las empresas, porque de otra manera no se va a recuperar la actividad y el salario".

Milla, más cauteloso con la alternativa, puntualizó que "esta gente está cobrando el 60% del sueldo percibido en el mes de febrero de este año, por lo que ahora estamos tratando de renovar el artículo 223 hasta fines de septiembre".

Otro de los actores centrales de la actividad petrolera es Claudio Vidal, secretario General del Sindicato de Petroleros privados de Santa Cruz. El dirigente petrolero de perfil más combativo reseñó: "En YPF tenemos trabajadores suspendidos, aunque esto tiene que ver, también, con la pandemia", argumentó.

Un rápido repaso de las cifras otorgadas por los gremios indica que hay unos 21 mil petroleros "stand by" en todo el país que deberían comenzar a reincorporarse a las labores. Allí se encuentran los representados también por el Sindicato de Petroleros Privados de Chubut que comanda Jorge "Loma" Ávila.

Una de las aristas del ajuste pandémico tiene que ver con el número de retiros voluntarios. Prohibidos los despidos, las empresas encararon esa alternativa para reducir sus planteles y así, de un total de 25 mil trabajadores hoy quedaron 23 mil. Sin embargo, para Pereyra "el plan de reactivación está en marcha porque las empresas tienen que cumplir con los compromisos asumidos de inversión, ante la provincia", y consideró que "las condiciones están dadas" para ello.

Pensando en el futuro, Milla explicó que uno de los inconvenientes grandes del sector es el derrumbe del precio del petróleo, por la pandemia, por la caída de las ventas y por el deterioro del consumo. En el mismo sentido Vidal manifestó: "Si me preguntás por las expectativas, estoy preocupado porque hay una baja de precios a nivel internacional durísima, que afecta de lleno a la industria, después por esta pandemia que nadie estaba preparado para enfrentar, pero después tenemos un problema como argentinos, y es que jamás nos pusimos de acuerdo, más allá de los cambios de gobierno, en que se tiene que resolver la crisis energética que vivimos hace mucho tiempo".

"Para resolver esto tenés que construir un camino que es el de yacimiento y no sólo apostar al no convencional y dejar de lado el convencional" especificó Vidal, y aseguró: "Los dos van de la mano".

Agosto de 2020 Vs Salarios 2019

La otra reactivación que se espera tiene que ver con los salarios. Más allá de la fragmentación en la representación de los trabajadores de la actividad, todos los referentes tienen una mirada similar sobre cómo encarar las negociaciones. "Estamos pidiendo la actualización de paritarias y que se cumpla con los acuerdos establecidos en el 2019", le dijo Claudio Vidal a InfoGremiales. La afirmación fue replicada por cada uno de los dirigentes consultados. "Hoy en día nos deben casi el 17% de lo que es la cláusula de revisión desde el 2019, porque está la paritaria suspendida desde marzo, por lo que estamos intentando conseguir un aliciente para la gente", completó Milla, líder de la Federación de Petroleros.

Hay que destacar que el sector está dividido en tres grandes áreas: refinería, distribución de gas y yacimientos. "Con el tema refinería, tenemos que cerrar el 13,5% de la cláusula de revisión del 2019, aunque hicimos un acuerdo con el 223 para refinería, pero lo dejamos sin efecto a partir del 1° de agosto, y toda la gente de refinería ya empezó a trabajar normalmente", remarcó.

Milla, que representa a trabajadores de Tierra del Fuego, Mendoza, Chubut y Formosa, recordó que "en refinería conseguimos una suma fija de 28 mil pesos, que se pagó en agosto, más una suma de 14 mil pesos para el 15 de septiembre. Pero nosotros también, acordamos con la cámara de la industria del petróleo, que días antes vamos a tener reuniones por el 13,5%". Es decir, que al día de hoy los trabajadores de yacimientos y refinería tienen desactualizado su salario en relación con la inflación, y la apuesta de la Federación es que en septiembre quede saldada esa diferencia. Sin embargo, en refinería eso intentó compensarse con sumas fijas.

Además adelantó que en las paritarias paritarias 2020 "pediremos un 30% escalonado de acá a febrero y antes de llegar a abril vamos a monitorear la inflación para llegar a cubrir la inflación". Y aclaró sobre la dinámica de las discusiones: "nosotros venimos negociando la paritaria en conjunto, con Chubut, Neuquén y Santa Cruz, porque la industria no puede negociar individualmente con cada uno".

Al igual que Milla, Pereyra explicó que "las paritarias nuestras tendrían que haber cerrado el 31 de marzo, con cláusula de revisión y estamos pidiendo paritarias al Ministerio de Trabajo y las Cámaras Empresarias. Hemos perdido un 16,2% desde la paritaria del año pasado, por eso pedimos reabrir, sin embargo, también hay que ver cómo recuperamos la actividad entre todos, eso es lo importante".

De hecho, su sindicato hizo punta de lanza y ya envió una carta documento a las cámaras signatarias de convenios para que convoquen a una mesa prevista en la paritaria 2019 con el fin de aplicar esa cláusula de revisión pendiente. Amenaza con detonar una huelga el jueves en caso de no tener respuestas.

Por su parte, Vidal manifestó que "las operadoras están pagando el 60% del sueldo y nosotros buscamos que las empresas de servicios que están en la región reconozcan alguna diferencia salarial e incluso nosotros como gremio otorgamos una contribución de 10 mil pesos que pagan las operadoras de aporte a los gremios".

YPF, la columna vertebral de la actividad

Los referentes gremiales apuntaron a que las soluciones partan de recuperar YPF, cuya deuda la acecha. Para Pereyra el camino de la reactivación es reemplazar el gas que se está importando por un gas propio, a un precio mucho más bajo. "Tenemos que recuperar las reservas perdidas en petróleo, YPF no tiene ni un equipo trabajando, está fundida, tiene una deuda de tres veces más de lo que vale la empresa".

El ex secretario Adjunto de la CGT Azopardo sostuvo que la situación de YPF no responde a buenas o malas administraciones. "Todos los gobiernos tomaron como un botín de guerra a YPF". Y apuntó a la conducción de la firma: "ahora nos piden a los trabajadores que modifiquemos el convenio colectivo porque YPF está mal, ¿Van a pagar los trabajadores lo que hicieron ellos?", se preguntó.

Claudio Vidal, mientras tanto también reseñó como parte del problema vertebral de la actividad a la situación que atraviesa YPF. El petrolero santacruceño contó que "en el 2014 teníamos 17 equipos de perforación y hoy no tenemos ninguno perforando, aunque antes de la pandemia dejaron solamente dos pozos", explicó.

Y señaló a la gestión de Mauricio Macri como responsable: "En los últimos cuatro años la desinversión fue fuertísima, llevaron la compañía a un estado muy crítico en donde se olvidaron de todos los yacimientos convencionales haciendo más fuerza y una apuesta a lo convencional, abandonando los yacimientos de la cuenca del Golfo San Jorge, por lo que la desinversión se replicó en baja de la actividad".