Por Mariano Martín

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) discutirá el viernes el arranque de una escalada de paros nacionales a partir de la semana que viene con medidas de fuerza de hasta tres días de duración por la falta de avances en la paritaria de la actividad.El gremio que encabeza Abel Furlán, que pide un aumento salarial de 60% por el primer semestre de su convenio colectivo y una suma fija, responsabiliza al grupo Techint por haber supuestamente influido en las cámaras patronales para no hacer siquiera una propuesta de incremento al cabo de cuatro reuniones ante el Ministerio de Trabajo.

El planteo del mayor sindicato fabril de la Argentina contempla la revisión de su primer acuerdo del año, correspondiente al trimestre abril-junio, con un adicional de 10% por encima del 18,8% pactado en esa oportunidad, y añadirle un 30% más, de carácter acumulativo, para el período de julio a septiembre, así como el pago de un bono extraordinario de 60 mil pesos no remunerativos por el Día del Metalúrgico (7 de septiembre).

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El gremio acudirá este miércoles a una nueva reunión en la cartera laboral sin expectativas de avances. Entienden en la cima de la organización que Techint, frente a la inminencia del proceso electoral, busca al parecer mostrarse -una vez más- como pionero en la política salarial de la actividad con una actitud beligerante orientada a mantener un promedio bajo. El piso en el rubro metalúrgico, fijado por el Ingreso Mínimo Global de Referencia, es de 164.877 pesos desde mayo, que contrasta con los 218 mil pesos en los que ese mes quedó nominada la canasta básica de pobreza de acuerdo al Indec.

La paritaria reúne a la UOM con las cámaras empresarias Adimra (la de mayor número de compañías asociadas), AFAC (autopartistas), Afarte (terminales electrónicas de Tierra del Fuego), Fedehogar (línea blanca), Caiama (aluminio) y Camima (sector pyme), y en paralelo el gremio discute con el rubro siderúrgico que capitanea Techint junto con Acindar. Un conflicto con medidas de fuerza en un segmento sensible como el de la industria pesada, con el antecedente inmediato de la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner, puede representar un problema para el Gobierno, enfocado en impulsar la candidatura de Sergio Massa.

"Confrontación inminente"

El sindicato, las empresas y el propio Ejecutivo dan por sentado que habrá una confrontación inminente, de acuerdo a lo admitido por sus referentes a este diario. En el gremio especulan con el arranque de paros el martes que viene, en principio por 24 horas, junto con una movilización de trabajadores, para culminar esa semana con otra medida de fuerza por 48 horas. Incluso ya prevén otra huelga de tres días la semana siguiente. De no avanzar en algún sentido la negociación de mañana se hará el anuncio de los paros el viernes tras la reunión de secretarios generales.

En las cámaras empresarias, de todos modos, buscan bajarle el dramatismo al conflicto y alegan que el pedido de la UOM está por encima de las previsiones inflacionarias. En ese punto sostienen que en lugar de un extra de 10% la revisión del primer trimestre del acuerdo debería ser de 6,2% para ajustarla estrictamente a la evolución de los precios, y a continuación definir los tres meses siguientes de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que miden las consultoras privadas que consulta el Banco Central.

La inminencia del plan de lucha encuentra a Furlán desacoplado de la preocupación de la cúpula de la CGT por la campaña electoral de Unión por la Patria. De hecho, como reveló en exclusiva este diario, el líder metalúrgico declinó una invitación de Cristina de Kirchner para postularse como candidato a diputado nacional en los primeros puestos de la lista oficialista para la provincia de Buenos Aires. En su lugar el dirigente sugirió a Osvaldo Lobato, encargado de la seccional San Martín, pero la nominación finalmente recaló en el mecánico Mario "Paco" Manique (Smata), que quedó tercero en la lista y con plenas chances de ingresar al Congreso.