Las regionales de la CGT buscan imitar la unidad nacional, pero sufren de varias internas

Las regionales de la CGT buscan imitar la unidad nacional, pero sufren de varias internas

Esta semana, un grupo se reunió en Santa Fe para analizar la situación y reclamar mayor federalismo de la central obrera. En muchas provincias hay dos o tres conducciones, lo que hace «imperioso la normalización».

El último congreso ordinario de la CGT terminó de sellar la unidad del movimiento obrero, luego de la fractura que se produjo en 2012, y que continuó durante el macrismo, pese a la composición de triunvirato. Esta situación no termina de bajar a las regionales de la central obrera, los espacios territoriales que suelen tener una fuerte presencia en los conflictos locales.

En algunas provincias, hay dos o tres conducciones que se disputan el liderazgo «oficial» de estos espacios, y ahora se espera que la unidad nacional baje a lo local. La semana pasada hubo un encuentro nacional, que no terminó convocar a la mayoría de las regionales. «Hay que respetar los estatutos», afirman quienes no fueron a la cumbre.

Esta semana, en la localidad santafecina de San Lorenzo, la CGT local llamó a una cumbre para analizar la situación de las seccionales en todo el país. La convocatoria, apoyada por la regional Córdoba, expuso las diferencias que existen, que se remontan al tiempo que la central obrera se rompió en tres espacios: la Azul y Blanca (liderada por Luis Barrionuevo), la Azopardo (con Hugo Moyano a la cabeza) y la Alsina (que comandó Antonio Caló).

De ese momento, en las regionales se multiplicaron las conducciones, y a diferencia de lo que sucede hoy, la unidad no llega.

El caso emblemático es el de Lomas de Zamora, la seccional más grande del país, que nuclea a los gremios de ese distrito, más los de Esteban Echeverría, Almirante Brown, Presidente Perón y San Vicente. Los organizadores del encuentro de San Lorenzo afirmaron que hubo referentes de ese espacio, que la conducción formal lo negó.

«La CGT Lomas, legal y reconocida, no estuvo en esa cumbre», destacó una fuente de la regional que lidera el dirigente de la Sanidad Sergio Oyahmburú. También hubo referentes de la zona oeste, pero en ese caso no hubo una desmentida respecto a la legalidad de la delegación

Interna abierta

La convocatoria de San Lorenzo estuvo motorizada por el poderoso sindicato de Aceiteros, que viene criticando a la conducción cegetista. «Fue un encuentro para juntar gente para la Corriente Federal, que sigue armando poder adentro de la propia CGT«, se quejó otra fuente consultada por Gestión Sindical.

De hecho, en la sede de esa organización se vio a varios referentes del espacio que lidera Sergio Palazzo, como el gráfico Héctor Amichetti, y el diputado nacional y dirigente del gremio de curtidores, Walter Correa. Además de las regionales mencionadas, estuvo la gente de Entre Ríos.

La convivencia de dos o tres dirigencias en los territorios genera problemas a la hora de enfrentar conflictos, como sucede en varias localidades bonaerenses. En el caso de Lomas de Zamora, la pelea llegó a enfrentar al sector de los «gordos» con el moyanismo, como sucedió a partir de 2016.

Pero hubo una suerte de «fumata» cuando Pablo Moyano comenzó a acercarse a la conducción, lo que se cristalizó a comienzos de noviembre. «La CGT Lomas tiene una sola conducción avalada por la conducción nacional, estos espacios que se mueven por su cuenta no son representativos, no le hacen bien al movimiento obrero», insistieron desde la seccional.

Más federalismo

El encuentro de San Lorenzo marcó, pese a las internas, un pedido de unidad hacia las regionales, y un reclamo de más federalismo para la estructura nacional. En este sentido, el documento consensuado entre los participantes habla de ambos temas.

Sobre el primer tema, se valoró «la demostración de unidad concretada en el Congreso nacional de la CGT con la participación de todos los sectores sindicales».

«Esa unidad debe consolidarse a través de una elaboración programática que defina con absoluta claridad la postura del movimiento obrero con respecto a temas centrales como la deuda externa», agregó el texto.

Además, estas regionales presentes en Santa Fe remarcaron la necesidad de «un protagonismo federal de nuestra central», mediante reuniones y plenarios de todas las provincias, «a fin de apuntar propuestas que contemplen las problemáticas locales fortaleciendo el accionar de la CGT«.

También se alentó la participación política de los gremios, para lograr la «reconstrucción del frente nacional», y recalcó que el objetivo en este momento «es crear trabajo y recuperar la dignidad de los ingresos».

Los dirigentes plantearon en este debate únala necesidad de que sean escuchadas las regionales, y le marcaron la cancha a la conducción nacional y el Gobierno. Desde enfrente, quienes no asistieron dicen que hay que «cumplir los estatutos», y pidieron dejar este tipo de cumbres «que persiguen intereses sectoriales».

La pelea está planteada, y la unidad parece hoy lejana, según los dichos de referentes de ambos espacios.

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