La relación entre Hugo Moyano y Alberto Fernández, un vínculo al cercano ahora condicionado por un fuerte lobby por cargos en el gabinete

La relación entre Hugo Moyano y Alberto Fernández, un vínculo al cercano ahora condicionado por un fuerte lobby por cargos en el gabinete

El líder camionero quiere imponer a un hombre de su entorno como funcionario de Transporte

Hugo Moyano, que se siente parte del próximo gobierno de Alberto Fernández, presiona para lograr espacios de poder concretos y quiere que uno de sus asesores, Guillermo López del Punta, vaya a Transporte desde el 10 de diciembre. Para un sector aún con destino incierto, al menos públicamente –no se sabe aún si será ministerio o secretaría, y si así, dentro de qué cartera– suena otra nombre, como el massista Raúl Pérez. alguno de los dos manejará el área y el otro lo secundaría.

Hugo Moyano, que se siente parte del próximo gobierno de Alberto Fernández, presiona para lograr espacios de poder concretos y ya habría conseguido un puesto clave: su asesor Guillermo López del Punta sería funcionario del área de Transporte desde el 10 de diciembre.

El líder camionero también pugna por ubicar a su hijo Facundo como secretario de Deportes de la Nación y pidió un hombre propio al frente de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales, área estratégica del Ministerio de Trabajo porque allí se deciden, por ejemplo, los conflictos de encuadramiento (que Moyano sigue manteniendo para quedarse con afiliados que hoy están en otras actividades), las inspecciones a sindicatos y el otorgamiento (o no) de personerías gremiales o de simple inscripción a organizaciones nuevas.

 El camionero mantiene conflictos de encuadramiento con Comercio, que lidera Armando Cavalieri, del sector de “los Gordos”, y con Carga y Descarga, que encabeza el barrionuevista Daniel Vila, con quien el moyanismo disputa la afiliación del personal de Mercado Libre que trabaja en un nuevo centro de logística ubicado en el Mercado Central

La designación de Facundo Moyano se está definiendo en estas horas (otro candidato para el puesto es el ex candidato a jefe de gobierno porteño Matías Lammens), pero la pretensión camionera de apropiarse de una dirección tan decisiva de Trabajo está generando una oleada de reclamos de otros sindicalistas para evitar que se formalice esa polémica jugada.

El futuro ministro de Trabajo, Claudio Moroni, comenzó a armar su organigrama con un equilibrado muestrario de nombres de abogados laboralistas y asesores de sindicatos que responden a distintas líneas internas y analiza también la designación de gremialistas en los directorios de importantes organismos estatales como la Anses y el PAMI.

Claudio Moroni

El problema es que si Fernández le otorga también la Dirección de Asociaciones Sindicales a Moyano, se romperá el reparto equilibrado de poder entre los dirigentes gremiales: el camionero mantiene conflictos de encuadramiento con Comercio, que lidera Armando Cavalieri, del sector de “los Gordos”, y con Carga y Descarga, que encabeza el barrionuevista Daniel Vila, con quien el moyanismo disputa la afiliación del personal de Mercado Libre que trabaja en un nuevo centro de logística ubicado en el Mercado Central.

Hasta ahora, lo único concreto que habría logrado Moyano en materia de cargos gubernamentales, y no es poco, sería la designación de López del Punta en Transporte. En las últimas horas, el consultor moyanista habría recibido la bendición de otros caciques sindicales del transporte como Roberto Fernández (UTA) Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Omar Maturano (La Fraternidad) y Juan Pablo Brey (Aeronavegantes).

 Moyano, que se siente parte del próximo gobierno de Alberto Fernández, presiona para lograr espacios de poder concretos y quiere que uno de sus asesores, Guillermo López del Punta, vaya a Transporte desde el 10 de diciembre

La mención a López del Punta en boca de Moyano estuvo presente en la reunión reservada que mantuvo a fines de agosto con Alberto Fernández: allí, en su casa de Barracas, delante de su hijo Pablo, lo calificó como un “especialista que puede sumar” en el gabinete de Transporte. Fue lo mismo que Moyano le dijo a Mauricio Macri en 2015, antes de las elecciones nacionales, cuando ambos eran socios en el intento de ganarle a Daniel Scioli y a Cristina Kirchner.

Entonces, el jefe de los camioneros también hizo lobby por López del Punta, pero Macri delegó todas las decisiones del área de transporte en Guillermo Dietrich y éste le cerró todas las puertas al hombre de Moyano en el nuevo gobierno que asumió el 10 de diciembre de 2015. Esa decisión y la de designar a Jorge Triaca como ministro de Trabajo sin el aval camionero terminaron enemistando desde el origen a Moyano con el entonces flamante Presidente.

El candidato

¿Quién es López del Punta? Tiene una consultora desde 2003 que se llama Transvectio, con oficinas en Leandro N. Alem al 1000, y se dedica a “la prestación de servicios de consultoría y asesoramiento en el área del transporte público y de los servicios públicos en general”.

Conoce a Moyano desde el año 2000, época en que el primero era un funcionario de carrera de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) y, según dicen, se ganó la confianza del sindicalista luego de haber frenado un presunto negociado con los exámenes psicofísicos a los camioneros. Por sugerencia de Moyano, en 2002, López del Punta fue llamado por el entonces presidente Eduardo Duhalde y así llegó a ser secretario de Transporte.

Pablo y hugo Moyano con Sergio Massa

Es socio en Transvectio de Gustavo Elías, un empresario que se hizo conocido en los últimos años cuando Graciela Ocaña dijo que era el testaferro de Hugo Moyano y que algunos medios calificaron en los últimos años como “el Lázaro Báez” del camionero.

Elías es vicepresidente 1º de la Unión Industrial de Bahía Blanca, es dueño desde 2016 del diario La Nueva Provincia de esa ciudad de la provincia de Buenos Aires y figuraba en la empresa Chenyi, dedicada a la logística y transporte, y sospechada de formar parte del conglomerado de negocios de los Moyano. Hasta tal punto, que la hijastra de Hugo, Valeria Salerno, cobraba un sueldo en Chenyi y, a la vez, era titular de Iarai, empresa conocida como Conducir Salud, a cargo de la obra social de los trabajadores camioneros; vicepresidenta de la constructora Aconra, que presidía el suegro de Salerno, y presidenta de Dixey, que confecciona la ropa de trabajo para el personal de los sanatorios y hoteles de los camioneros.

Elías fue socio de Daniel Llermanos, el abogado penalista de Hugo Moyano, en la empresa Ivetra, que desde 2008 fue elegida por la Administración General de Puertos para cobrar un canon de unos 17 dólares a cada contenedor que ingresaba en camión en el puerto porteño. Ese negocio multimillonario de una empresa de lazos moyanistas duró hasta agosto de 2016, en que se dio de baja ese “peaje” que recaudaba unos 150 millones de dólares anuales.

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