Los sindicalistas también se metieron a pelear en campaña

El oficialismo buscó sacar provecho del enfrentamiento de algunos gremios con firmas tecnológicas. La visita de Alberto F a la CGT.

Los sindicalistas afines al Frente de Todos quedaron con pocos lugares en las listas; sin embargo, en la largada de la campaña ganaron una centralidad inesperada por sus cruces con el Gobierno. El oficialismo buscó sacar provecho electoral al meterse en al pelea que un grupo de gremios sostiene con empresas tecnológicas y nuevos modelos de negocios. Hugo Moyano aparece como la figura central en esta pelea. Además de ser uno de los referentes gremiales más poderosos, está entre los primeros que pusieron en la mira la afiliación de los empleados de firmas tecnológicas. El dirigente de Camioneros promovió la inscripción de la Unión Informática en 2011, con la ayuda del entonces ministro de Trabajo, Carlos Tomada, como parte del armado de la Juventud Sindical de su hijo Facundo, con el objetivo de sumar afiliados que en ese momento estaban en Comercio, pelea que no logró ganar en la firma Mercado Libre.

En marzo de este año, volvió a la carga al reclamar que los empleados de un nuevo centro de logística de la empresa que dirige Marcos Galperín se afiliaran a Camioneros. Su aliado en el Frente Sindical, el bancario Palazzo, salió esta semana a reclamar que se sumen a su gremio los empleados que están en la sección de pagos y servicios financieros del portal de compras líder en la región. En este contexto y como parte de sus esfuerzos para afianzar la polarización, el presidente Mauricio Macri puso a estos dos dirigentes en el centro de sus críticas. En una entrevista con CNN, el primer mandatario calificó a Moyano y a Palazzo como prepotentes, y sobre el avance de este último contra Mercado Libre dijo: “Quiere avanzar sobre un sistema que desde la tecnología le mejora la vida a la gente; porque hoy hay gente que en estas plataformas digitales nuevas puede colocar su dinero a intereses por día y pagar en forma electrónica, vamos todos rumbo a pagar en forma electrónica”. Desde La Bancaria, respondieron que ellos avanzan en un reclamo “sin violencia y en el marco de la legislación vigente”. En la misma entrevista, Macri cargó también contra Pablo Biró y su pelea con las low cost, otro modelo de negocios vinculado a la venta por internet que resiste el sindicalismo tradicional. Biró fue el promotor y anfitrión de las reuniones que dieron origen al Frente Sindical, el espacio de gremios cegetistas que promovió las mayores protestas contra el Gobierno de los últimos años. Aunque no forma parte del Frente, otro referente que se reconcilió con Hugo Moyano hace un mes, Omar Viviani, también tiene su propia pelea contra una firma tecnológica: Uber.

En este caso, hay más coincidencias con el Gobierno, pero también una expectativa de que los cambios que traerá el año electoral podrían garantizar un Ministerio de Trabajo más afín a los gremialistas que apuntan contra las firmas tecnológicas. Hasta ahora, el Frente Sindical ha aparecido, al menos en público, como el referente privilegiado del candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández. Algunos incluso hablan de un compromiso para garantizar la influencia de Moyano en la cartera laboral si gana Fernández.

El próximo martes, el candidato presidencial concretará su postergado encuentro con la conducción de la CGT, enfrentada con el camionero, y tan inquieta como el Gobierno ante la perspectiva de un futuro Ministerio de Trabajo dominado por el también presidente de Independiente. Paro de la UTA en el interior La Unión Tranviarios Automotor (UTA) realizó ayer un paro de 24 horas en varias ciudades del interior del país. La medida, que fue decretada por falta de acuerdo en la paritaria, no afectó a los colectivos de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires. La huelga fue decidida tras una reunión con la  Federación Argentina de Transportes Automotor de Pasajeros en la Secretaría de Trabajo, donde no se logró un acuerdo. La UTA, que dirige el poderoso Roberto Fernández, reclama un aumento del 20% y un bono de 16 mil pesos para los colectiveros del interior. Al anunciar el paro, que coincidió con el vencimiento de una conciliación obligatoria que regía en el conflicto que ya arrastra varias semanas, Fernández apuntó contra los responsables provinciales del transporte, por no acudir a la audiencia realizada en Trabajo. 

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