El triunvirato cegetista destacó el acuerdo pero la CATT está ofuscada

Sienten que hicieron el gasto en la presión y no tuvieron reconocimiento

 

En el ministerio de Trabajo el Gobierno remarcó cuestiones de “herencia recibida” y a través de sus ministros preferíó hablar todo el tiempo de “impuesto a los ingresos” para destacar el acuerdo sobre el impuesto al sueldo con la CGT. En tanto el triunvirato que forman Juan Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña resaltó algunos tópicos, como que 400.000 trabajadores quedarían fuera el tributo e incluso del poder de fuego de los sindicatos del Transporte en el paro de ayer. Pero no todo fue distensión tras las negociaciones.

Desde el bloque de la CATT consideraron que -de mínimala vía informativa del acuerdo, no recorrió lo previsto.

Consideraron que estaba prevista una reunión que los incluía, en la sede de la UOCRA, donde se verían con los funcionarios “garantes” del acuerdo. Anoticiados que los secretarios generales, en compañía de otros integrantes del consejo directivo como José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Gerardo Martínez (Uocra) y Andrés Rodríguez (UPCN) se encontraban reunidos en el ministerio de Jorge Triaca, se retiraron molestos de la sede sindical de la avenida Belgrano.

Incluso alguno de ellos expresó que a esta altura “no sabía para qué estaba en la CGT” y otros vislumbraron que para muchos de ellos “se abrió una puerta para la salida”.

Fuentes de la CATT dejaban en claro que el “peso específico” de la presión sindical, la había destacado el mismo jefe de la confederación, Juan Schmid, que impulsó la huelga de transporte exaltando “el rol fundamental’ que tuvieron los gremios de ese sector para alcanzar este acuerdo. “Agradezco a todos los trabajadores del transporte el acompañamiento en las asambleas de la mañana, como siempre, la unidad es la clave”.

En la intimidad el triunvirato lamenta

“lo difícil que es conformar a todos”

Sobre el acuerdo, Schmid consideró relevante “la actualización, ahora hay una fórmula”. De esa forma resaltó que habrá variación en los valores de las escalas y la ponderación porcentual que afectaba los salarios y las horas extras de los días no laborables y domingos quedarán exentas.

Para quienes transitan el mundo sindical, las diferencias que quedaron expuestas respecto de la interna cegetista, la cuestión de ayer sumó nada más que un capítulo. Para las organizaciones que no integran la central o lo hacen en disidencia, más que las modificaciones anunciadas, se abrió otra grieta, a las ya existentes, por ejemplo, entre los sindicatos afectados por el impuesto a las Ganancias y otros que están concientes que su pelea es la supervivencia de sus trabajadores y por ende la paritaria 2017.

Algunos economistas que asesoran a sindicatos “no integrados” a la CGT, consideraban -a partir de los anuncios- que el acuerdo alcanzado no es beneficioso. “Solo ajusta algo más que el 22% el mínimo no imponible, no recupera lo perdido y será menor a la inflación que habrá el año que viene”, señalan.

Como repasando un borrador de enojo, también remarcaron que más de un millón de trabajadores seguirán pagándole a la AFIP, “como también miles de jubilados y monotributistas”.

Sin embargo el descontento no será novedad para el triunvirato de la CGT, que en la intimidad suele lamentar “lo difícil de concretar gestiones que conformen a todos”. Suelen aclarar también que en ese marco están los sindicatos que no estás afectados por Ganancias.

 

Comentá la nota