Los sindicatos abrieron ayer negociaciones para incorporar a Camioneros, que se había apartado
Con el triunvirato de mando quebrado y con su interna aún latente, la CGT postergó ayer su reconstrucción hasta julio o agosto en busca de acuerdos entre los diferentes sectores en disputa para forzar un liderazgo por consenso.
En la etapa que se inaugura hoy surgió como novedad la negociación para volver a incorporar al poderoso gremio de los camioneros, que lidera Hugo Moyano.
Fue un planteo que hicieron los gremios de la energía y del transporte, y que se debatirá el 17 del actual, en un encuentro en la sede porteña de un sindicato petrolero. Al día siguiente, Moyano reunirá a su tropa para definir los pasos a seguir.
Institucionalmente, nada sucederá en la CGT hasta el 3 de mayo, cuando se retome el debate para definir la fecha para la elección de las nuevas autoridades.
El operativo para contener a Moyano comenzó el lunes y se evalúa reservar hasta último momento un lugar en el futuro consejo directivo para su gremio. Al cargo no lo ocuparían Hugo ni Pablo Moyano. Sería para Omar "Manguera" Pérez, el representante del moyanismo en la confederación del transporte.
La reacción de ayer de Pablo Moyano, que vinculó directamente a la futura CGT con el macrismo, dinamitó por momentos este plan. "El secretario general será Daer, alguien de 'los Gordos' o el ministro Triaca", chicaneó el número dos de los camioneros en declaraciones a FM La Patriada.
Negociaciones
Existe una razón que explica la postergación del armado. Hay sindicatos de peso que ponen reparos a la candidatura de Héctor Daer como único secretario general.
Líder del gremio de la Sanidad de Buenos Aires hace 17 años, Daer es el referente del sector de "los Gordos" y cuenta con el visto bueno de la Casa Rosada para oficiar de interlocutor.
A pesar de algunos reparos, Daer continúa siendo el favorito para encabezar la próxima CGT. Goza además con el respaldo del bastión de los autodenominados "independientes" (Uocra y los estatales de UPCN y AySA) y del puñado de gremios que se anida bajo las siglas de las 62 Organizaciones Peronistas, el desarticulado brazo político de la central obrera que juega hoy con el macrismo y que encabezan Oscar Mangone (Gas) y Ramón Ayala (Uatre).
Las internas
La reunión de ayer en Azopardo 802 fue la primera después de las conflictivas salidas de Camioneros y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) del consejo directivo.
También fue la primera escenificación de la tregua que selló el triunvirato que integran Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña hasta que se defina el cambio de mando. Entre ellos, hierve la desconfianza. Todavía están frescos los tensos cruces por las diferencias que surgieron a partir de la reforma previsional y la movilización del 21 de febrero que convocó Moyano. Hace dos meses, Acuña calificó a Daer de "carnero" por no avalar la confrontación con el Gobierno. Ayer dirigieron codo a codo la reunión, que duró cuatro horas. Las diferencias quedaron más expuestas a la hora de resolver el cronograma para el recambio. Acuña dijo que pretendía quedarse hasta el final del mandato, en 2020. Schmid pidió acelerar cuanto antes la renovación y reiteró su amenaza de renunciar. Y Daer, más estratega, jugó con cautela porque cree tener el apoyo necesario para ser ungido como número uno en soledad. Eso se daría entre julio y agosto.
El desafío para los diferentes sectores que diseñan el nuevo perfil de la CGT será incorporar más sindicatos a la estructura.
El 22 de agosto de 2016, cuando surgió el triunvirato, votaron 1582 congresales sobre un total de 2191. En cantidad de gremios, los votos se repartieron de la siguiente manera: se unieron 124 sobre 213 confederados. Es decir, quedaron afuera 89 gremios. La intención ahora es ir por aquellos sindicatos que se mantuvieron lejos del acuerdo.
Al margen por ahora de este ajedrez, se mantienen la UOM, el Smata y los gremios de la Corriente Federal, que encabeza el bancario Sergio Palazzo. El jefe bancario dio ayer una pista sobre cuál será su rol. "Si no existe un ánimo de confrontación contra un gobierno que desestima nuestros derechos, seguiremos en la misma línea", dijo. Desestimó así un posible regreso a la CGT.
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